Japón reabrió el martes sus puertas al turismo tras dos años y medio de duras restricciones por el covid-19, y las autoridades esperan la llegada de visitantes atraídos por un yen barato, que ayude a apuntalar la economía. En las primeras horas del martes habían llegado turistas de Israel, Francia y Reino Unido. “Es un largo, largo sueño hecho realidad”, comentó Adi Bromshtine, una jubilada de 69 años que llegó al aeropuerto Haneda de Tokio desde Israel. “Lo planeamos antes del covid y hemos estado esperando”, contó a AFP. Itay Galili, un estudiante de 22 años, dijo que estuvo siguiendo de cerca las noticias para saber cuándo reabrirían las fronteras. “Apenas supe que iban a reabrir el día 11, comencé a planear. Los billetes estaban caros (...) pero ningún precio es demasiado alto”, declaró a AFP.
Japón cerró sus fronteros a inicios de la pandemia e incluso llegó a impedir el regreso de residentes extranjeros. A partir del martes se reanudó la entrada libre de visa para visitantes de 68 países y territorios.
Entre los requisitos que siguen vigentes está la exigencia de estar vacunado o presentar una prueba negativa del coronavirus tomada tres días antes de viajar.
Japón recibió la cifra récord de 31,9 millones de visitantes extranjeros en 2019, pero la cifra cayó a 250.000 en 2021. Una novedad para los turistas foráneos será la debilidad de la moneda local, el yen, tasado en alrededor de 145 por dólar, un nivel que no se ha visto en dos décadas. El gobierno ya intervino una vez para fortalecer la moneda y el primer ministro Fumio Kishida citó la debilidad del yen como un factor que espera que ayude a atraer turistas. Agencias de viaje aseguran que hay una gran demanda para visitar Japón, pese al elevado costo de los pasajes debido al costo de los combustibles y la necesidad de las aerolíneas de evitar el espacio aéreo de Rusia, sancionado por la invasión a Ucrania. Antes de la pandemia, los visitantes de Hong Kong y China suponían un 37% de los turistas extranjeros en Japón y un 44% de los ingresos. Pero las duras restricciones sanitarias en China hacen difícil que turistas de ese país viajen a Japón.