Un portavoz de la agencia nuclear rusa Rosatom informó que Grossi había llegado a la planta nuclear de Kursk, donde encabezará una misión para evaluar la situación, que ha calificado de “grave”.
Tras Zaporiyia
Desde el inicio de la ofensiva militar rusa en Ucrania en febrero de 2022, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha advertido repetidamente sobre los peligros de combatir cerca de centrales nucleares.
Ucrania lanzó su incursión sorpresa en Kursk el 6 de agosto y afirma estar avanzando. Las fuerzas rusas, por su parte, siguen adentrándose en el este de la exrepública soviética.
Ahora Kursk
La semana pasada, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a Ucrania de intentar atacar la planta nuclear de Kursk, situada a menos de 50 kilómetros de los combates entre las fuerzas rusas y ucranianas.
La central cuenta con cuatro reactores, aunque solo dos están operativos y otros dos están en construcción. Los cuatro reactores son del mismo tipo que los de la planta nuclear ucraniana de Chernóbil, sin una cúpula de protección alrededor de ellos.
El fantasma de Chernóbil
En 1986, un reactor de Chernóbil explotó durante una prueba de seguridad fallida, lo que resultó en el peor accidente nuclear del mundo.
“La posibilidad de un incidente tipo Chernóbil, con el reactor explotando y ardiendo durante días, es nula”, señaló Robert Kelley, exdirector de inspecciones del OIEA.
Sin embargo, agregó que una bomba o un gran ataque de artillería sobre los tanques de almacenamiento de combustible gastado podría liberar gases y partículas radiactivas.