Joe Biden, quien este miércoles tomó juramento como nuevo presidente de los Estados Unidos, hizo hincapié en la necesidad de recuperar la unidad del país y luchar contra el extremismo en su primer discurso como jefe de Estado.
"Este es el día de los Estados Unidos. Este es el día de la democracia. Un día de historia y esperanza... de renovar y resolver", inició Biden, luego de agradecer a los presentes.
Y agregó, "hoy celebramos el triunfo no de un candidato, sino de una causa: la causa de la democracia. La voluntad del pueblo ha sido escuchada y la voluntad del pueblo ha sido atendida. Aprendimos de nuevo que la democracia es preciosa, es frágil. Y, a esta hora, la democracia ha prevalecido".
"Hemos llegado muy lejos, pero aún tenemos mucho camino por avanzar. Seguiremos adelante con rapidez y urgencia, porque tenemos mucho por hacer en este invierno de peligro y posibilidades importantes. Mucho por reparar, mucho por restaurar, mucho por curar, mucho por construir y mucho por ganar", continuó.
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Acto seguido habló sobre los retos que plantea la pandemia de covid-19 en su país, el más afectado por la enfermedad, con más de 24 millones de casos y 400.000 muertes.
"Poca gente en la historia de la nación han encontrado tiempos más desafiantes o difíciles como los que vivimos ahora. Un virus que se ve una vez en un siglo acecha silenciosamente al país, se ha llevado en un año tantas vidas como las que Estados Unidos perdió en toda la Segunda Guerra Mundial. Millones de empleos se han perdidos. Cientos de miles de negocios han cerrado", recalcó.
Biden también habló sobre lo que que deberá afrontar en materia de justicia, lucha medioambiental y polarización que afrontará como mandatario estadounidense.
"Un clamor de justicia racial se ha estado gestando desde hace 400 años. El sueño de justicia para todos no será retrasado por más tiempo. Un grito de supervivencia viene del mismo planeta, un grito que no puede ser más desesperado ni más claro", afirmó.
Y acto seguido, habló también del "crecimiento del extremismo político, la ideología de la supremacía blanca y el terrorismo doméstico, que debemos confrontar y debemos derrotar".
"Para superar estos retos, restaurar el alma y asegurar el futuro de los Estados Unidos, se requiere mucho más que palabras. Se requiere la más elusiva de todas las cosas en una democracia: la unidad. Unidad", subrayó.
Aseguró que "su alma entera" está en la causa de unir a su país, y pidió a cada ciudadano que se una en esta tarea.
"Sé que hablar de unidad puede sonar como una fantasía tonta en estos días. Sé que las fuerzas que nos dividen son profundas y reales. Pero también sé que no son nuevas. Nuestra historia ha estado en una constante lucha entre el ideal americano de que todos fuimos creados iguales y la dura y fea realidad de que el racismo, el nativismo, el miedo y la demonización nos han dividido desde hace mucho", reflexionó.
Invitó nuevamente a que los estadounidenses dejen de verse como adversarios y lo hagan como una comunidad, unan fuerzas y 'bajen la temperatura'.
"Sin unidad no hay paz, solo amargura y furia. No hay progreso, solo indignación agotadora. No hay nación, solo un estado de caos. Es nuestro momento histórico de crisis y desafío, y la unidad es el camino a seguir. Debemos afrontar este momento como los Estados Unidos de América. Si hacemos eso, les garantizo que no fallaremos", aseveró.
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Agradeció a quienes lo acompañaron por confiar en él y pidió a quienes no lo hicieron que lo escuchen y, si aún siguen en desacuerdo, que disientan pacíficamente, pues "el desacuerdo no debe conducir a la desunión".
"Seré un presidente para todos los estadounidenses. Les prometo que lucharé tanto por aquellos que no me respaldaron como por aquellos que lo hicieron".
El nuevo presidente estadounidense también rindió un homenaje a las víctimas del covid-19 con un minuto de silencio y advirtió durante su discurso que Estados Unidos enfrenta la fase más "mortífera" de la pandemia.
"Amigos, este es un tiempo de prueba. Enfrentamos un ataque en nuestra democracia y la verdad. Un virus furioso. Inequidad creciente. Racismo sistémico. El clima en crisis. El rol de Estados Unidos en el mundo. Y uno de esos es suficiente para retarnos de manera profunda, pero el hecho es que los enfrentamos todos a la vez, presentando a esta nación una de las responsabilidades más graves que hemos tenido", señaló.
Y puntualizó diciendo que juntos escribirán una historia de esperanza, no de miedo; de unidad, no de división; de luz, no de oscuridad; de decencia, dignidad, amor, sanación, grandeza y bondad.
"Con propósito y determinación nos dirigimos a esas tareas de nuestro tiempo, sostenidos por la fe, impulsados por la convicción y dedicados los unos a los otros y al país que amamos con todo nuestro corazón", concluyó.