Un caso que se ha hecho viral en las redes sociales debido a su perturbador trasfondo es el de una joven de 23 años que acabó con la vida de su madre en Ohio, Estados Unidos. De acuerdo con las investigaciones y la propia confesión de la homicida, la mujer fue golpeada en la cabeza con un sartén y luego fue apuñalada en repetidas oportunidades.
La interrogante que surgió inmediatamente fue el móvil detrás de este crimen atroz, y la respuesta de la joven universitaria fue desconcertante.
Y es que según la información del diario New York Post, Sydney Powell, una joven nacida en Akron, Ohio, fue declarada culpable por los delitos de asesinato, agresión criminal y manipulación de pruebas, luego del brutal asesinato de su madre.
El reporte de la Policía indicó que Powell atacó a su mamá, una especialista en vida infantil que trabajaba en el Akron Children’s Hospital. Las autoridades indicaron que mientras la universitaria hablaba por teléfono con algunos funcionarios de su universidad, agarró una sartén y la apuñaló varias veces, ante los oídos atentos tras el teléfono.
“En marzo de 2020, Powell golpeó a Brenda Powell en la cabeza con una sartén de hierro y luego la apuñaló casi 30 veces en el cuello”, dijo la oficina en un comunicado. Luego de la llegada de las autoridades, las dos mujeres fueron trasladadas a un centro asistencial, a donde Brenda Powell, la madre de 50 años, falleció ante la gravedad de las heridas.
Según lo testificado por la victimaria, asesinó a su mamá para que esta no descubriera que había sido expulsada de la universidad, para eso la llamaron por teléfono.
El delito
En medio del juicio, que ha causado desconcierto en Estados Unidos, la Fiscalía dejó en evidencia que la joven tenía la clara intención de asesinar a su mamá: “Sydney dejó de atacar con la sartén y presumiblemente fue a la cocina con un cuchillo”, indicó.
Uno de los expertos en diagnosticar a la joven fue James Reardon, el cual argumentó que Sydney había padecido un brote psicótico en el momento del homicidio, y que la relación entre las dos era buena al punto de que la hija consideraba a su mamá como su mejor amiga.
A pesar de ello, Sylvia O’Bradovich, una psicóloga que los fiscales del caso consultaron, indicó que la chica no cumplía con las condiciones mentales para ser declarada con locura en el momento del delito, por lo que estaba consiente de lo que estaba haciendo y aún así continuó hasta acabar con la vida de su mamá.
Aunque el padre de Sydney, Steven Powell y también esposo de la fallecida, de la misma manera que la abuela materna, querían que no se diera un juicio por el homicidio, pero la Fiscalía no lo permitió, debido a que un jurado debía ser quien decidiera si era culpable o no de estos cargos.
Por el momento no se sabe con claridad la pena a la que se enfrentaría la joven, pero puede recibir una pena de cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional a los 15 años por el homicidio, pero con los otros cargos que se le imputaron esta pena podría incrementarse y no permitírsele salir en libertar condicional con el paso de los años.
El juicio está siendo uno de los más mediáticos debido a la sevicia del mismo y porque la familiaridad de las implicadas.