A pesar de padecer esclerosis lateral amiotrófica (ELA por sus siglas en inglés), el físico Stephen Hawking vivió hasta los 76 años, se casó en dos ocasiones y tuvo tres hijos. El 14 de marzo de 2018 cuando falleció, Hawking dejó algunas teorías sobre el comportamiento de las partículas en el universo, entre ellas sus aportes más destacados fueron la predicción teórica de que los agujeros negros emiten radiación, y junto a Roger Penrose formularon algunos teoremas sobre las singularidades espaciotemporales.
No obstante, Stephen Hawking también fue famoso por sus comentarios y especulaciones sobre muchos aspectos del universo, entre ellos la existencia de Dios y el futuro de la tecnología. Sobre este último tema, la atención ha vuelto sobre el astrofìsico y divulgador científico británico. Resulta que después de su muerte, se publicó el libro Respuestas breves a las grandes preguntas, en el cual se abordan varias cuestiones sobre los avances tecnológicos y la innovación científica. En este libro, el físico expresó su punto de vista sobre las ventajas y los riesgos de la inteligencia artificial.
Afirmó, entre otras cosas, que la IA “podría acabar con la raza humana”, una advertencia que hoy cobra completa vigencia debido al auge de estas tecnologías. Sus declaraciones se suman a las de varios expertos que han ayudado a desarrollar este tipo de tecnologías y ahora hacen declaraciones sobre los peligros que conllevan, como sucedió recientemente con Geoffrey Hinton, uno de los grandes pioneros en el desarrollo de la inteligencia artificial, quien dejó su trabajo en Google para poder advertir con mayor libertad de los peligros que plantean las nuevas tecnologías.
“Podemos enfrentarnos a una explosión de inteligencia que, en última instancia, resulte en máquinas cuya inteligencia supere a la nuestra en más de lo que la nuestra supera a la de los caracoles”, agregó Hawking a su hipótesis; esto, desde luego, es materia de discusión, pero para muchos especialistas no es nada descabellado.
Otra especulación de Hawking que tomó fuerza en estos días es sobre el futuro de la humanidad.
La predicción en cuestión la realizó en 2017, atreviéndose a plasmar una fecha en concreto y el modo por el cual el mundo dejaría de existir. Su teoría la dio a conocer en la Cumbre Tencent WE en Beijing en China. Allí, el cosmólogo y astrofísico anticipó que el escenario del ocaso del planeta ocurriría por el consumo excesivo de recursos y la sobrepoblación. Ambos aspectos serían los detonantes para que la Tierra no aguantara más.
Con respecto a la fecha, Hawking auguró que el mundo se convertiría en una bola de fuego girando en el espacio dentro de 600 años aproximadamente. “Si queremos prolongar la existencia de nuestra especie, se deberá buscar refugio audazmente a donde nadie haya ido antes”, afirmó el científico británico, conocido también por sus hiperbólicas especulaciones. Además, el físico señaló que el planeta tendría ese desenlace por la alta demanda de energía y el exceso de población, lo cual implicaría que la humanidad estaría en la obligación de encontrar un planeta con las condiciones suficientes para ser habitado, anticipándose a la catástrofe de la inminente aniquilación total. Esto también es planteado por el famoso físico y divulgador Neil de Grasse Tyson en la serie Cosmos, mundos posibles, disponible en Disney+.
En el Breakthrought Initiatives, el evento en el cual Hawking expuso su teoría, también les solicitó a inversionistas apoyar económicamente el proyecto de Breakthrought Starshot para encontrar el lugar adecuado para trasladar a los humanos.
El Breakthrought Starshot es proyecto que inició en 2016 bajo la iniciativa del macro programa Breakthrought Initiatives y cuenta con un presupuesto de cien millones de dólares para la investigación. El propósito de este es demostrar que se pueden enviar nanonaves espaciales impulsadas por luz a larga distancia, teniendo como principal destino el sistema estelar Alfa Centauri. Además, el programa le ha apuntado a la exploración del sistema social y la detección de asteroides amenazantes para la Tierra.