La Cruz Roja afirmó el viernes que el sistema de salud de la Franja de Gaza alcanzó un “punto de no retorno” y exigió poner fin a los ataques contra hospitales del territorio palestino.
“Desbordado, con escasos suministros y cada vez menos seguro, el sistema de salud de Gaza alcanzó un punto de no retorno que pone en peligro la vida de miles de personas heridas, enfermas y desplazadas”, declaró en un comunicado el jefe de la subdelegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Gaza, William Schomburg.
El CICR lanzó un llamado urgente al respeto y a la protección de las instalaciones médicas, de los pacientes y del personal médico en Gaza.
La guerra en la Franja de Gaza se desencadenó tras el sangriento ataque de Hamás el 7 de octubre, que dejó unos 1.400 muertos en Israel, en su mayoría civiles, según las autoridades.
Israel bombardea en respuesta el territorio palestino, donde murieron más de 11.000 personas, en su mayoría civiles, según el ministerio de Salud de Hamás.
Los hospitales infantiles no escaparon a la violencia, especialmente el hospital Nasser y el Rantisi, este último teniendo que cesar sus actividades.
Al Shifa, el mayor hospital de la Franja de Gaza, “acoge ahora miles de familias desplazadas que perdieron sus casas” además de estar desbordado de pacientes, indicó el CICR.
“Las reglas de la guerra son claras. Los hospitales son instalaciones que tienen una protección especial, según el derecho internacional humanitario”, concluyó.
Una escuela y hospitales del norte de la Franja de Gaza que albergan a civiles desplazados por la ofensiva israelí contra Hamás fueron blanco este viernes de bombardeos y disparos, según fuentes médicas palestinas y dirigentes de este territorio gobernado por el movimiento islamista.
Hamás afirmó que 13 personas murieron y decenas resultaron heridas en el ataque contra el hospital Al Shifa, de la ciudad de Gaza, que atribuyó a Israel.
El director del hospital indicó que unos cincuenta cuerpos fueron recuperados de una escuela que acogía a desplazados de la ciudad de Gaza, “tras ataques con misiles y artillería” el viernes por la mañana.
“Si vemos a terroristas de Hamás disparando desde hospitales, haremos lo que tenemos que hacer (...), los mataremos”, dijo el portavoz militar israelí Richard Hecht, admitiendo el carácter “sensible” de ese tipo de operaciones.
Israel prometió “aniquilar a Hamás” en represalia por el ataque del 7 de octubre, en el que combatientes islamistas mataron a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, según el balance del Estado hebreo.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró el jueves que su país no pretende gobernar ni ocupar la Franja de Gaza, un exiguo territorio de 362 km2 y casi 2,4 millones de habitantes.
Según Estados Unidos, Israel aceptó hacer “pausas” humanitarias diarias de cuatro horas para que los civiles atrapados en los combates en el norte de la Franja puedan huir hacia el sur.
El ejército israelí abrió el domingo “un corredor de evacuación”, pero los palestinos denunciaron combates a lo largo de esta ruta, utilizada por 100.000 personas desde el miércoles, según datos del ejército israelí y de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
*Con información de AFP