La historia de Fidel Castro en el país se remonta el Bogotazo de 1948.

"El día 9 de abril salimos nosotros del hotel donde  nos hospedábamos a recorrer la ciudad ante de almorzar, y en espera de la entrevista que tendríamos por la tarde (con Gaitán). Eran como las once de la mañana aproximadamente cuando gentes como enloquecidas comenzaron a correr por las calles repletas de público, gritando con ojos de indescriptible asombro: ‘¡Mataron a Gaitán¡ ¡Mataron a Gaitán!’ Y así la noticia se esparció como un reguero de pólvora por toda la ciudad…” El relato fue grabado por Carlos Franqui, Comandante de la Sierra Maestra, director de Radio Rebelde de Cuba y posteriormente del diario Revolución, de La Habana, y está contenido en el libro de Memorias de Franqui. Fue así, con apenas 22 años, cuando Fidel comenzó una intensa relación con Colombia, que años después se convirtió junto con Bolivia en uno de los laboratorios donde el dictador quiso exportar la revolución  cubana. En una biografía escrita por Ignacio Ramonet, Fidel recuerda que estaba en Bogotá ese 9 de abril tratando de crear una federación de estudiantes latinoamericanos.  Ese día, Fidel tuvo una epifanía porque era el levantamiento del pueblo que él ya comenzaba a soñar para su Cuba. “Vi el levantamiento de un pueblo... Me enrolé, ocupé un fusil en una estación de policía que se plegó ante una multitud que avanzaba sobre ella”.  Este país le dejó una huella  porque desde ese momento comenzó una cuestionable relación  marcada por las armas, interferencia política, rompimiento de relaciones, apoyo a guerrillas y mediaciones para la paz.Y es que Castro tuvo una gran influencia en la conformación de grupos guerrilleros en Colombia. Si bien esto no se hizo tan evidente con las  Farc, que estaba más cercanos a la línea dura del comunismo soviético, sí fue claro en el caso del ELN. Incluso, hay quienes  sostienen que fue el mismo Fidel el que preparó y dio cátedra a la Brigada José Antonio Galán, que se encargó de formar el ELN.   Los elenos no fueron los únicos que se prepararon y formaron en suelo cubano. Integrantes del M-19 también tuvieron formación militar y aprendieron tácticas de guerra de guerrillas en los campos cubanos. De hecho, en 1980, durante la toma de la embajada de República Dominicana, Castro ofreció su país como una salida para que los guerrilleros se refugiaran en la Isla. “Fidel Castro fue, sin duda, una figura continental.  En los mejores momentos de la lucha revolucionaria en América Latina (años 70 y 80) Castro no vaciló en apoyar ideológica y militarmente (entrenamiento y armas pero nunca dinero ) a  guerrillas en Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Chile y Colombia, especialmente  al M-19 pero se percató luego, terminando los 80, de la inviabilidad de esos proyectos para tomarse el poder y prefirió, sensatamente, apoyar esfuerzos de negociaciones de paz”, recuerda Diego Arias, excombatiente del M-19 y del Frente Farabundo Martí. Diálogos Es paradójico  que el hombre que apoyó con tanta firmeza a las guerrillas colombianas, haya sido el mismo que se interesó tanto al final por lograr un proceso de paz.  No pocas veces fue  consultado por su amigo el nobel  García Márquez o cercanos a los presidentes  Betancur y  Gaviria para buscar acercamientos de paz. Incluso, intentó evitar la ruptura de los díalogos de Caguán enviando una propuesta de tregua que no fue aceptada.En los  recientes diálogos con las Farc, dicen  que estuvo al tanto y que dio su beneplácito para encontrar una salida negociada.  Curiosidad.   En el 2008 publicó un libro titulado la paz de Colombia. Se trata de una obra de 265 páginas, en la que relata los esfuerzos y acercamientos con gobiernos colombianos  para lograr una salida negociada al conflicto en el país. El mismo Fidel dijo que a su escritura le dedicó más de 400 horas.