"En medio de esta América Latina convulsionada veamos a Chile, nuestro país es un verdadero oasis con una democracia estable”. Solo una semana y media después de que el presidente Sebastián Piñera dijera estas palabras, el pasado jueves los disturbios se tomaron la capital, Santiago de Chile, en forma de ciudadanos inconformes con el alza del pasaje del metro.

Pero no es el único país cuyos habitantes se han movilizado contra el Gobierno, manifestaciones que han dejado disturbios y hasta muertos. Ese ha sido el caso del caribeño Haití contra el mandato de Jovenel Moïse o el de Ecuador a propósito de los subsidios a la gasolina.

Para Mauricio Jaramillo, analista internacional de la Universidad del Rosario, el futuro de todas estas protestas sociales “hará cada vez más presión para convertir esa transición fallida de políticos de hace 30 años hacia la democracia, por una transición económica que sea lo más inclusiva”.

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En Colombia todavía está activa la protesta por las irregularidades en el manejo presupuestal de la Universidad Distrital de Bogotá.

El alza del pasaje en Chile fue el detonador

El alza de la tarifa del metro en la capital, Santiago de Chile, solo es la punta del iceberg de las manifestaciones que ocurren desde el pasado jueves. Así lo intenta explicar una imagen que circula en redes, que señala que el problema de fondo son “pensiones indignas, salud precaria, sueldos miserables, educación de mala calidad, etc”.

Una situación que, según cálculos de la Fundación Sol, se evidencia en el hecho de que el 70 % de los chilenos gana menos de 770 dólares mensuales y cerca de 11 de los 18 millones de habitantes tienen deudas.

Es por eso que pese a que el presidente Sebastián Piñera suspendió el aumento del precio del pasaje, los disturbios y enfrentamientos con las autoridades continúan en la ciudad, lo que ha dejado al menos 11 muertos, entre ellos un colombiano.

Los manifestantes siguen desafiando el toque de queda nocturno instaurado el sábado, lo que aumenta los choques con los 8000 militares que hacen presencia en Santiago, un escenario que para algunos recuerda los años más oscuros de la dictadura de Augusto Pinochet.

Para Mauricio Jaramillo, analista internacional de la Universidad del Rosario, “hay un aburrimiento de un modelo que, en su transición hacia la democracia entre los años 88 y 90, conservó su carácter neoliberal”.
Agregó que “este modelo ya se está desgastando y es algo que se está reflejando en la poca creencia que tienen los chilenos hacia él, en especial en la población menor de 30 años”.

En Honduras los ciudadanos marchan por la salida del presidente Juan Orlando Hernández, luego de que su hermana fuera condenada por narcotráfico.

Caos en Haití y Perú

Un total de seis semanas de protestas completó Haití para exigir la renuncia del presidente Jovenel Moïse, a quien el Tribunal de Cuentas acusó en mayo pasado del presunto desfalco de los préstamos del programa energético Petrocaribe.

“La corrupción no es necesariamente lo que llega a generar estas manifestaciones, sino que son problemas que tocan directamente su bolsillo (escasez de agua, alimentos y combustible en el caso del país caribeño)”, explicó Juan Nicolás Garzón, profesor de Ciencias Políticas de Universidad de La Sabana.

Otra protesta social, en mucha menor medida comparada con las otras, es la de Lima, Perú, a inicios de octubre. Esto se debió a la disolución del congreso por el presidente Martín Vizcarra para evitar que el fujimorismo le negara un voto de confianza para reformar el método con el que se designan los magistrados. Vizcarra también convocó elecciones legislativas para el próximo 26 de enero.

A Ecuador le espera un gran reto económico

Hace más de una semana finalizaron las intensas protestas en Ecuador por la erradicación de subsidios en combustibles, medida impuesta por el presidente Lenín Moreno, y que en medio de los choques con las autoridades se registraron siete muertos y más de 1300 heridos.

“Políticamente, el Gobierno toma un respiro, pero le queda un problema a mediano plazo y es programar sus finanzas, alcanzar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (que fue el que exigió el aumento del precio del combustible a cambio de un préstamo de US$4200 millones)”, anotó Juan Nicolás Garzón, profesor de Ciencias Políticas de Universidad de La Sabana.

De hecho, la semana pasada el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, dijo que están pendientes que el Gobierno de Lenín anuncie un nuevo decreto que redefina los precios de los combustibles.

“Es posible que se retomen las protestas, porque en el fondo muchas de las insatisfacciones de la población permanecen y no van a terminar en corto plazo. Y con esto me refiero a jóvenes sin oportunidades o estratos bajos-medios en busca de mejores condiciones laborales”, explicó Garzón.

Entretanto, la empresa pública Petroecuador informó que reinició este domingo la exportación de petróleo, una vez que recuperó la producción de crudo, afectada por once días de manifestaciones sociales.