Desde que salió a la luz el impactante crimen cometido por el español Daniel Sancho en Tailandia, se han tejido especulaciones en torno a la supuesta millonaria herencia del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Ahora, a casi un mes de la tragedia, se arroja luz sobre la realidad de su situación financiera.
El trágico asesinato del médico Edwin Arrieta en manos de Daniel Sancho en la idílica isla de Koh Phangan, Tailandia, el 2 de agosto, ha sido el foco de la atención mundial. Las autoridades han ido revelando gradualmente los detalles escalofriantes de este crimen, por el cual Sancho enfrenta la posibilidad de cadena perpetua según las leyes tailandesas.
Recientemente, el portal El Mundo ha desvelado información crucial sobre la “herencia” que se creía que había dejado Arrieta. Contrario a las especulaciones sobre una millonaria fortuna, se ha confirmado que el médico no poseía una gran riqueza.
Sus pertenencias más valiosas parecen ser varios accesorios de plata y un automóvil Mercedes-Benz. A pesar de que se había hablado de su supuesta fortuna, su consultorio en Córdoba y su lugar de residencia eran propiedades arrendadas, lo que demuestra la discrepancia entre las creencias y la realidad.
Cercanos a Arrieta han compartido que era una persona de buen corazón que solía ahorrar sumas considerables de dinero con la intención de invertir en los negocios de Daniel Sancho. Aunque no acumuló una gran riqueza, sus intenciones de ayudar y apoyar parecen haber sido significativas.
La imagen de Arrieta cambia ante la revelación de que no era un hombre adinerado, sino un individuo preocupado por contribuir al éxito de su círculo cercano. Aunque su trágica partida dejó un vacío en su comunidad, es fundamental aclarar las percepciones erróneas y entender la realidad de su situación financiera, que difiere considerablemente de las conjeturas iniciales.
Lo que contó amigo de Daniel Sancho
Se siguen revelando nuevos detalles del asesinato del médico colombiano Edwin Arrieta. Esta vez las revelaciones salieron de Big Joke, encargado de la investigación, quien reveló que el principal motivo de Daniel Sancho para matar al colombiano fue por la existencia de unos videos íntimos de ellos con su familia, los cuales le podrían costar el trabajo a Rodolfo Sancho.
“No están esos mensajes porque el propio Daniel los habría borrado. El principal motivo para acabar con la vida de Edwin era por unos videos de ellos con su familia que le podrían costar el trabajo a su padre”, recalcó el oficial en el programa En boca de todos.
Pese a que el confeso asesino está en prisión provisional desde el pasado 7 de agosto, muchos internautas notaron que el chef ‘reapareció’ hace unos días en las redes sociales, pues un perfil con su nombre en Instagram publicaba imágenes inéditas del hijo de Rodolfo Sancho, asegurando que tenía muchas cosas qué contar.
Sin embargo, hoy se conoció que el joven español, sin acceso a su teléfono móvil desde que fue capturado en la nación asiática, fue víctima de una suplantación de identidad por uno de sus “mejores amigos”.
“Se ha descubierto que quien está detrás del perfil falso de Daniel es alguien de su entorno cercano, el cual se habría hecho pasar por él para ganar protagonismo. Según ha revelado la periodista Joana Morillas, sería un amigo íntimo que contaría con ‘mucho material’ del chef y que habría ‘amenazado’ con ‘desenmascarar’ a su novia y a otros amigos”, indicó inicialmente Europa Press.
Asimismo, agregó que “es una persona muy cercana con la que ha compartido viajes a Tailandia. Alguien de su entorno, alguien que lo conoce, y me atrevería a decir que este amigo no es español y que aparece en alguna de esas fotos. Son fotos muy privadas a las que nadie tenía acceso”.
La familia y los abogados de Daniel Sancho, que ya han conseguido que se cierre la cuenta de Instagram, están muy preocupados por esta suplantación de identidad. Sin tiempo que perder, se han puesto tras la pista y habrían estrechado el cerco en torno a este amigo contra el que podrían tomar medidas por su inesperada traición al cocinero en su peor momento.