La demoledora derrota electoral sufrida este domingo por el presidente argentino, Mauricio Macri, ha tenido este lunes su correlato para los activos financieros del país, con un desplome de casi el 38 % en la bolsa y un salto estrepitoso del precio del dólar en el mercado cambiario local.
Tras los inesperados resultados de las primarias de este domingo los inversores sacaron sus propias cuentas: Macri, el candidato "pro mercado", difícilmente remontará puntos de cara a los comicios presidenciales del 27 de octubre.
Con una victoria casi asegurada del peronista Alberto Fernández, de duro predicamento contra la especulación financiera durante la campaña, la reacción de los inversores fue este lunes, más que de aversión al riesgo, de pánico y súbito abandono de posiciones en activos argentinos.
El índice S&P Merval, el principal de la Bolsa de Buenos Aires, cerró con un derrumbe del 37,93%, una de las mayores que recuerde el parqué local, con pérdidas muy por encima de este porcentaje en acciones líderes del sector de la energía y de los bancos, entre las que se registraron caídas de hasta el 49,37%.
En el mercado de títulos públicos argentinos, los bonos también se hundieron en promedio un 25%, mientras que el índice de riesgo país trepó hasta los 877 puntos básicos.
Los nervios de punta de los inversores también se hicieron notar en la plaza cambiaria.
En el mercado minorista, el precio del dólar estadounidense dio un salto del 19%, hasta los 55 pesos por unidad para la venta en el estatal Banco Nación, aunque en bancos privados y casas de cambio el valor de cierre promedió los 58,25 pesos por unidad.
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Para tratar de frenar la disparada de la moneda estadounidense, el Banco Central elevó fuertemente la tasa de referencia -marcada por la colocación de Letras de Liquidez-, hasta el 74%, e intervino de forma directa en el mercado cambiario vendiendo dólares de sus reservas.
Casi sobre el cierre del mercado bursátil, el presidente Mauricio Macri dio una rueda de prensa en la que dijo que buscará revertir en octubre la derrota electoral de las primarias, aseguró que no habrá cambios en su Gabinete, prometió tomar medidas económicas y culpó a la oposición kirchnerista por la reacción de los mercados.
A juicio del jefe de Estado, que en la noche de este domingo, tras admitir la derrota electoral, ya había dejado ver sus temores de un "lunes negro" en los mercados, aseveró que el kirchnerismo no tiene "credibilidad en el mundo" y tiene ahora la "responsabilidad" de explicar a los mercados qué planes tiene para la economía, sumida en recesión desde abril de 2018.
Alberto Fernández, quien hasta ahora no ha revelado quiénes integrarían su equipo económico en caso de llegar a la Casa Rosada, responsabilizó este lunes al Gobierno por la intranquilidad entre los inversores que, dijo, se dieron cuenta de "que han sido estafados".
"El presidente tendría que estar dando tranquilidad y los mercados están intranquilos por él, porque admiten que el Gobierno se metió en un escenario donde ahora no puede dar respuesta", señaló Fernández en declaraciones radiales.
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El candidato del Frente de Todos, que lleva como compañera de fórmula a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, le reclamó a Macri que "se ponga las pilas" y "se de cuenta de que lo que han hecho no le sirvió ni electoralmente ni en términos económicos".
"Cada tropezón del Gobierno se convierte en una crisis económica y eso demuestra la debilidad que tiene", aseveró.
A partir de lo que parecía tan sólo un sobresalto cambiario y luego se contagió a todos los sectores productivos, la economía argentina entró en un ciclo recesivo en abril de 2018 y el PIB cayó un 2,5% el año pasado.
De acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles, la actividad económica acumuló en los primeros cinco meses del año una caída interanual del 3,1%.
A la recesión se suma un alto índice de inflación, que el año pasado, al calor de una fuerte depreciación del peso, acumuló un alza del 47 %.