El presidente francés Emmanuel Macron acusó el miércoles, desde Benín, a Rusia de ser "una de las últimas potencias imperiales coloniales" tras iniciar "una guerra territorial" en Ucrania.
"Rusia lanzó una ofensiva contra Ucrania, una guerra territorial, algo que pensábamos que había desaparecido en Europa, una guerra de principios del siglo XX, incluso del XIX", afirmó Macron durante una conferencia de prensa conjunta con su homólogo de Benín, Patrice Talon.
"Hablo desde un continente (África) que sufrió el imperialismo colonial", añadió Macron en Cotonú, la mayor ciudad de Benín.
Lea también: ¿Será candidato en el 2024? El discurso de Trump que agitó el ambiente político en EE.UU.
"Rusia es una de las últimas potencias imperiales coloniales" al decidir "invadir un país vecino para defender sus intereses", explicó el presidente de la República francesa.
Para Macron, que realiza una gira en África al mismo tiempo que el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, "Rusia comenzó un nuevo tipo de guerra mundial híbrida".
"Decidió que la información, la energía y la alimentación eran instrumentos militares al servicio de una guerra imperialista continental contra Ucrania", aseveró el líder francés, que desea "calificar en los términos más claros lo que pasa hoy en día".
Tras su paso por Camerún y Benín, la gira africana de Macron (que concluirá en Guinea Bissau), le permitirá reafirmar su "compromiso con la renovación de las relaciones de Francia con el continente africano" al inicio de su segundo quinquenio en el poder, explicó el Elíseo.
Le puede interesar: Polémica en Italia por cura que ofició misa dentro del mar y en un colchón inflable
Francia también ha seguido con preocupación la aparición de otras potencias, como Turquía, Rusia y China, que buscan afianzarse en una zona que sigue considerando parte de su esfera de influencia.
Macron denunció también en Benín el "chantaje" de Moscú sobre los productos alimentarios, "porque son ellos los que bloquean los cereales en Ucrania".
Por su parte, Lavrov afirmó, desde Uganda, que Rusia no es responsable de la "crisis energética ni alimentaria" y denunció "una ruidosa campaña" sobre este tema.