El exmandatario Evo Morales anunció este jueves, 20 de febrero, su candidatura presidencial para las elecciones generales de agosto en Bolivia, pese a que la justicia le impide postularse.
En una conferencia de prensa, el líder indígena de 65 años aseguró que disputará los comicios al margen del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido gobernante que lideró por décadas y que hoy se encuentra dividido entre Morales y el presidente Luis Arce.
“Ya tenemos el partido para participar en las elecciones de este año (...) Ahora con Frente para la Victoria nuevamente vamos a ganar las elecciones nacionales”, señaló desde la región cocalera del Chapare, su fortín político en el departamento de Cochabamba.
El Frente para la Victoria, una pequeña agrupación de izquierda sin representación en el parlamento boliviano, firmó un acuerdo con Morales para imponerlo como su “único candidato” a la presidencia.
“Su acompañante a la vicepresidencia” aún será “consensuado”, dice el documento que fue leído por un vocero de la alianza durante el encuentro con la prensa transmitido por la Radio Kawsachun Coca.
Morales asumió el poder en 2006 y gobernó hasta 2019 tras dos reelecciones.
A finales de 2024, la justicia constitucional ratificó un fallo que le impide postularse, aduciendo que ningún boliviano puede ejercer más de dos mandatos presidenciales.
“Hemos hecho este compromiso para ir adelante con nuestro país que se está yendo en bancarrota”, dijo Eusebio Rodríguez, líder del Frente para la Victoria.
Entre su captura o la clandestinidad
El cerco se estrecha sobre Morales. El expresidente de Bolivia, imputado por la presunta trata de una menor durante su mandato, encara la orden de aprehensión dictaminada por un juez. ¿Qué opciones le quedan al popular líder indígena?
Desde su captura hasta una vida en la clandestinidad, pasando por el exilio o una poco probable entrega, cualquiera sea el desenlace, podría sumir a Bolivia en un nuevo período de conflictividad, estiman analistas.
El pasado viernes la justicia dispuso la detención de Morales para que sea conducido hacia el tribunal que examina un pedido de prisión preventiva de seis meses en su contra. La orden fue emitida debido a que el exmandatario de 65 años se ausentó por segunda vez a una audiencia judicial del caso.
La Fiscalía lo imputó por el delito de trata de personas por haberse involucrado en 2015 con una menor de 15 años, con quien habría tenido una hija y cuyos padres consintieron la unión a cambio de beneficios.
Morales está refugiado en el Chapare, una zona central controlada por cocaleros, sus más leales seguidores. Sus partidarios aseguran que han montado varios “anillos de seguridad”, para impedir su arresto. Se trata de un movimiento capaz de movilizar a miles y de bloquear kilómetros de carreteras.
*Con información de AFP.