En la noche de este jueves, 7 de marzo, el presidente estadounidense, Joe Biden, busca ganarse a los votantes para las presidenciales de noviembre durante el tradicional discurso del estado de la Unión ante el Congreso, que millones de telespectadores analizarán con lupa.
El demócrata de 81 años sabe que importará menos lo que diga que cómo lo diga. Y es que según las encuestas los estadounidenses dudan de su capacidad para aguantar un segundo mandato.
¿Tartamudeará? ¿Tropezará? ¿Mezclará nombres o fechas durante un discurso que normalmente dura más de una hora?
Antes de subir al estrado, Biden fingió recibir consejos por videoconferencia de actores que han encarnado el papel de presidente en el cine o la televisión.
En un video difundido por la Casa Blanca se le ve conversando con estrellas de Hollywood como Geena Davis, Michael Douglas y Morgan Freeman.
Gaza y la OTAN
La Casa Blanca ha comenzado a revelar los principales mensajes del presidente sobre economía y política exterior.
Biden anunciará al Congreso que ha ordenado al ejército estadounidense establecer un puerto en Gaza para transportar más ayuda humanitaria al territorio palestino asediado, en un momento en el que su política de apoyo a Israel enfurece al electorado musulmán y a los votantes de origen árabe.
También invitó al primer ministro sueco, Ulf Kristersson, a acompañarlo esta noche, en el día en que su país se unió formalmente a la OTAN.
El objetivo es diferenciarse de su más que probable rival en las presidenciales, el republicano Donald Trump.
Este último dijo que “animaría” a Rusia a atacar a los países de la Alianza Atlántica si no pagaban su cuota. El expresidente prevé “corregir” en directo el discurso de su rival.
El jueves acusó a Biden de haber transformado a Estados Unidos en una “película de terror” y pidió debatir con él, antes de las convenciones de los dos partidos que durante el verano nominarán oficialmente al candidato.
Joe Biden y Donald Trump aplastaron a toda la competencia en las primarias y, salvo imprevistos, se dirigen hacia un duelo en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, como en 2020.
A las 9:00 p.m. en el Capitolio, el jefe de protocolo de la Cámara de Representantes proclamará la fórmula ritual dirigida al presidente de esta institución.
“Señor ‘speaker’, el presidente de Estados Unidos”. Pero Biden avanzará como candidato y pronunciará un discurso de campaña.
Biden está convencido de que ha “hecho más en tres años que la mayoría de los otros presidentes en ocho” en materia económica.
Se presenta como un candidato de clase media contra las empresas “codiciosas” y las grandes fortunas que no pagan “la parte que les corresponde” de impuestos.
Como consecuencia, se comprometerá a gravar más a las multinacionales y a los millonarios.
“Declive”
A todos los niveles, Biden hará lo posible para distinguirse de Trump, a quien describe como un partidario de los ricos, una amenaza al derecho al aborto y un peligro para la democracia.
El expresidente, sobre el que pesan varias inculpaciones penales, promete “vengar” la derrota de 2020, que nunca ha reconocido. Hasta el momento, nada parece apagar el fervor que despierta entre sus seguidores.
Su influencia sobre el Partido Republicano va en aumento a pesar de los resultados a menudo decepcionantes de sus candidatos en las elecciones locales y de la amenaza de una condena penal.
El presidente de la Cámara de Representantes, el muy conservador Mike Johnson, publicó el jueves un mensaje en el que abraza la retórica del “declive” de Estados Unidos que Trump repite hasta la saciedad.
Un montaje de video de un minuto y medio, con música angustiosa, afirma que la migración ilegal, la delincuencia, el tráfico de drogas, la inflación y los problemas internacionales están fuera de control por culpa de Biden.
*Con información de AFP.