La propia jefa de Scotlan Yard, Cressida Dick, aseguró luego del tercer atentado que Inglaterra sufre este año, que “la amenaza del terrorismo es una nueva realidad que hará que la sociedad se transforme y reconoció un “nivel sin precedentes” de acciones terroristas.
En tres meses, Reino Unido ha sufrido tres atentados, atribuidos al Estado Islámico, grupo que ya había golpeado a Europa con acciones en Bélgica, Francia y Alemania.
El 22 de marzo, el mismo día en que se cumplía un año de los atentados en Bruselas, un hombre embistió a varios transeúntes cerca al Parlamento y luego acuchilló a un policía. Cinco personas, incluyendo al agresor murieron y 40 quedaron heridas.
Y aunque en ese momento la primer ministra, Theresa May, anunció que no elevaría el grado de amenaza de severo a crítico, un mes después un terrorista suicida hizo estallar una bomba artesanal en el estadio Arena, en Manchester, a la salida del concierto de Ariana Grande. Veintidós personas murieron y 54 quedaron heridas.
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El último atentado, ocurrió el sábado 3 de junio cuando una furgoneta arrolló a varios peatones que se encontraban en el Puente de Londres. Luego, descendieron de ella tres hombres y acuchillaron a varias personas.
Inglaterra, que no sufría ataques de estas dimensiones desde 2005, ha sido este año víctima de tres atentados consecutivos. En los tres casos, los autores han sido hombres nacidos en Inglaterra y que según las autoridades no son ‘lobos solitarios’ sino que pertenecen a redes yihadistas.
En los atentados de Manchester y el Puente de Londres, dos de los autores eran británicos de origen libio. Libia es uno de los países con mayor injerencia del EI.
Un estudio revelado el año pasado Hannah Stuart, experta en seguridad, indicó que entre 1998 y 2015, 269 personas fueron condenadas por delitos de terrorismo islamista en el Reino Unido.
“El terrorismo inspirado por el islamismo sigue siendo la principal amenaza terrorista tanto para el Reino Unido como para intereses británicos en el extranjero. A finales de 2016, el terrorismo dirigido, aprobado o inspirado por el Estado Islámico era la amenaza principal a la seguridad nacional”, se indicó en el estudio.
Además se resaltó la capacitación en el extranjero de estos terroristas.
“La mayoría de los terroristas islamistas en el Reino Unido son hombres británicos de 18 a 34 años. El 16 % de los delincuentes eran conversos y el 76 % eran conocidos antes por las autoridades”, explicó en el mismo informe el analista David Anderson.
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Tras los últimos hechos, la jefe de Policía, Cressida Dick, reconoció que “han sido unas semanas realmente terribles. Nos transformaremos y nos acostumbraremos a lo que parece que es una nueva realidad para nosotros”, reconoció.
Aunque la directora de Scotlan Yard aseguró que “desde 2013 hemos desbaratado, creo, 18 atentados planificados”.
El analista David Anderson lo había asegurado en 2015. “El señuelo de Da'esh (Estado Islámico) puede estar en decadencia: pero su legado permanece en la forma de un terrorista endurecido. Luchadores, algunos de ellos ya en Europa”.
¿Por qué Inglaterra?
Vladimir Rouvinski, director del Laboratorio de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Icesi, explica que una de las razones por las que Inglaterra se ha visto golpeada por el terrorismo este año es la cercanía de las elecciones parlamentarias (se realizaron el jueves pasado, días después del último atentado).
Aparte de ese hecho, la gran presencia de musulmanes en Inglaterra, incluido el alcalde de Londres que es musulmán, fue otra de las razones.
“La Policía de Inglaterra está monitoreando constantemente tres mil personas, pero es una cifra menor de la que realmente ellos sospechan. Inglaterra siempre ha estado a favor de mantener los límites de tolerancia y respeto al otro. Habían sido un refugio seguro para ellos porque las leyes no permitían a la Policía hacer un seguimiento más duro sobre los sospechosos de tener vínculos con yihadismo”, agregó Rouvinski.
Una amenaza para toda Europa
Desde 2004 Europa ha sido escenario de quince atentados con 576 personas muertas. La mayoría de estos atentados ha sido cometido por el Estado Islámico, que había anunciado una escalada por parte de sus “soldados” a los países que pertenecen a la coalisión que los combate en Siria e Iraq.
Informes de Europol indicaron que estos en los atentados se han presentado dos ‘modus operandi’: a través de células locales activadas por yihadistas europeos y en otros casos por ‘lobos solitarios’.
Los informes mecionados por el Huffingtonpost indican que “se sirven de explosivos, armas automáticas, cuchillos y cualquier tipo de vehículo para atropellar personas. Tienen, según Europol, preferencia por objetivos blandos, dentro de los que se engloban desde salas de conciertos a restaurantes, pasando por medios de transporte... No importa a cuántas personas maten, ni siquiera se trata de asesinar a cuantas más mejor: quieren sembrar el miedo, intimidar a la población, acabar con su día a día, con sus hábitos”.
Atentados
7 de julio de 2005. Cuatro explosiones —tres en el metro y una en un autobús— causan 56 muertos (incluidos cuatro terroristas) y 700 heridos en Londres. Reivindicados por Al Qaeda.
El 21 de julio de 2005, cuatro pequeñas explosiones sembraron el pánico en el sistema de transporte londinense, pero no dejaron víctimas.
28 de junio de 2007. Dos terroristas colocan dos carros bomba cargados con bombonas de gas, gasolina y clavos en el centro de Londres, que no llegaron a estallar por un fallo. Al día siguiente, estos terroristas estrellaron un vehículo en llamas contra la terminal del aeropuerto de Glasgow (Escocia), pero el vehículo quedó atascado en las puertas automáticas.
22 de mayo de 2013. Dos hombres mataron con un machete al soldado británico Lee Rigby en Londres al grito de “Alá es grande”.
22 de marzo de 2017. Un hombre mató a cinco personas —cuatro ciudadanos y un policía— y causa decenas de heridos al arrollarlos con un todoterreno, antes de ser abatido por la policía.
Mayo 23 de 2017. 22 personas, entre ellas niños y adolescentes, murieron en una explosión en el estadio Arena de Manchester.
Junio 4 de 2017. Tres hombres en una furgoneta arrollaron a un grupo de personas en el Puente de Londres, luego acuchillaron a otras. Ocho murieron y 48 quedaron heridas.