El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, expresó el domingo que enfrentará el juicio político ante el opositor Parlamento, que lo acusa de un presunto peculado, como primera opción cuando la Constitución le faculta a disolver el Congreso.
El mandatario de derecha dijo en una entrevista concedida al canal de televisión Ecuavisa que acudirá al juicio avalado por la Corte Constitucional "porque es mi obligación poner la cara ante el pueblo".
"Yo no podía dictar la 'muerte cruzada' dejando la duda de qué es lo que verdaderamente habría sucedido con el juicio político porque soy un demócrata, porque pongo el pecho a las balas en todos los ámbitos de mi vida", agregó.
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La denominada 'muerte cruzada' se refiere a la facultad presidencial de disolver la Asamblea Nacional para dar paso a elecciones generales anticipadas para completar el período constitucional de cuatro años.
"No quisiera que en las páginas de la historia se escriba que dicte una 'muerte cruzada' para evitar un juicio político. No evito el juicio político, iré a la Asamblea", señaló Lasso, de 67 años.
La Corte Constitucional autorizó el pasado miércoles el juicio planteado por 104 de los 137 congresistas. Para la destitución del gobernante se requieren 92 votos (las dos terceras partes).
Lasso sostuvo que "se pretende censurar a un presidente de la República sin que estos hechos hayan pasado por la justicia ordinaria y exista una sentencia en firme, donde un juez haya dicho (...) aquí hay peculado", manifestó Lasso.
El presidente es acusado de un supuesto peculado en el manejo de la estatal Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec) mediante contratos celebrados entre 2018 y 2020, antes de que asumiera el cargo, en mayo de 2021.
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Lasso, quien defiende su inocencia, confía en que saldrá airoso del juicio, para el que el Congreso aún no fija fecha.
"Quiero que los asambleístas que tienen decencia, que sí los hay, aquellos asambleístas a los que se les ha engañado con información falsa u omisión de información, reflexionen y recapaciten en bien del Ecuador, de la estabilidad del país", apuntó.
Consideró que la democracia ecuatoriana está amenazada por el narcotráfico, con el que sostiene una guerra.
"Tengo la entereza y la firmeza de mostrarle al Ecuador de una vez por todas la verdad: la conexión entre las mafias del narcotráfico y la corrupción con algunos asambleístas que se han puesto al servicio de estas mafias", anotó.
El gobernante también llamó "triunviros de la conspiración" al exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), al exalcalde derechista de Guayaquil (suroeste), Jaime Nebot, y al máximo dirigente de la poderosa y principal organización indígena Conaie, Leonidas Iza.
A pesar de que Nebot apoyó su candidatura, Lasso lo considera un detractor junto a Correa (que vive en Bélgica) e Iza, quien ha impulsado violentas protestas contra su administración.