El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió el sábado privar a Rusia de su derecho de voto en el Consejo de Seguridad de la ONU, en respuesta a la invasión de su país por tropas rusas.
En una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Zelenski pidió "privar al país agresor de su derecho de voto en el Consejo de seguridad de la ONU" y exigió la retirada de las tropas rusas, indicó el mandatario ucraniano en Twitter.
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Ambos hablaron de "calificar las acciones y las declaraciones de Rusia contra Ucrania de genocidio y de ayudar a entregar los cuerpos de los soldados rusos" muertos por las tropas ucranianas, según la misma fuente.
Ucrania enfrenta desde el jueves una invasión militar lanzada por el presidente Vladimir Putin, con bombardeos y combates en varias ciudades, entre ellos la capital Kiev.
La comunidad internacional condenó ampliamente la ofensiva militar rusa y los países occidentales anunciaron sanciones económicas contra Rusia.
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El viernes, Rusia, que es uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de seguridad de la ONU, vetó una resolución que condenaba la "agresión" y exigía la retirada de sus tropas de Ucrania.
ONU reforzará ayuda humanitaria en Ucrania
El secretario general de ONU, Antonio Guterres, habló por teléfono el sábado con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, para expresarle "la determinación" de la organización "de reforzar la ayuda humanitaria al pueblo ucraniano", según un comunicado de Naciones Unidas.
Guterres "informó al presidente (ucraniano) que Naciones Unidas hará un llamamiento el martes para financiar las operaciones humanitarias (de la organización) en Ucrania", señala el texto.
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El viernes, la ONU pidió un "acceso seguro y sin trabas" para la ayuda humanitaria en Ucrania, invadida por el ejército ruso. La organización calcula que habrá más de 1,8 millones de personas desplazadas en un futuro cercano debido a la guerra.
La ONU también pidió que "los 7,5 millones de niños en Ucrania estén protegidos de las consecuencias del conflicto" y que todas las partes se abstengan de atacar las infraestructuras civiles, sobre todo aquellas que tienen un impacto en los niños como los colegios, las instalaciones médicas y los sistemas de agua y de saneamiento.
Antes de que la guerra estallara el jueves de madrugada, la ONU, con casi 2.000 empleados en Ucrania, ayudaba a unos tres millones de personas, sobre todo en el este del país.