El exentrenador del Barcelona y de la Selección Española de Fútbol Luis Enrique confirmó este jueves a través de un comunicado que su hija Xana, de 9 años de edad, falleció a causa de esta enfermedad, contra la cual venía luchando desde hace cinco meses.
"Te echaremos mucho de menos, pero te recordaremos cada día de nuestras vidas con la esperanza de que en un futuro nos volveremos a encontrar. Serás la estrella que guíe a nuestra familia. Descansa Xnita. Familia Martínez Cullell", dice el comunicado.
El osteosarcoma, enfermedad que padecía la hija del entrenador, es un tipo de cáncer que tiene más de 150 variedades reconocidas por la Organización Mundial de la Salud y se clasifica en dos grandes grupos, los que nacen en el esqueleto y los que los que se desarrollan en otros lugares, conocidos estos últimos como ‘sarcomas de partes blandas’.
Tanto los niños como los adultos pueden desarrollarlo; sin embargo, el sarcoma constituye tan solo el 1 % de todos los tipos de cáncer que se presentan en personas mayores. Los sarcomas son más frecuentes en la etapa de la niñez y representan alrededor del 15 % de todos los tipos de cáncer infantiles.
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De acuerdo con el Instituto Nacional del Cáncer el sarcoma es un tipo de cáncer que empieza en el hueso o en los tejidos blandos del cuerpo, como el cartílago, la grasa, los músculos, los vasos sanguíneos, el tejido fibroso u otro tejido conjuntivo. Estos se reconocen en varios tipos y dependen del lugar donde se forma el cáncer. Por ejemplo, el osteosarcoma se forma en los huesos, el liposarcoma se forma en la grasa y el rabdomiosarcoma se forma en el músculo.
Este cáncer, según especialistas, se desarrolla en un 60 % en brazos y piernas, 10% en cuello y cabeza y el 30 % restante en el tronco y en el área trasera de la cavidad abdominal. Los sarcomas no son tumores comunes y la mayoría de estos son del tipo de tumores llamados carcinomas.
Síntomas
Según expertos, los sarcomas frecuentemente son mal diagnosticados porque pueden ser confundidos con lesiones deportivas. Es vital reconocer:
• Bulto que parece estar aumentando de tamaño.
• Dolor abdominal (cuando el tumor es lo bastante grande como para afectar órganos próximos).
• Sangre en las heces o vómitos.
• Anemia sin razón alguna.
• Dolor nuevo tras algún tipo de lesión.
Muchas de estas señales no implican tener un tumor; sin embargo, tan solo la mitad de los sarcomas se detectan en fases iniciales antes de que se extiendan y esto se debe, en muchos casos, a la falta de consulta médica por lo que la recomendación es acudir al especialista.
Factores de riesgo
En la mayoría de los sarcomas no se conocen las causas exactas. Pero existen factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar estos tumores:
Radioterapia previa: pacientes que recibieron radioterapia por otros cánceres tienen un riesgo levemente mayor de desarrollar sarcoma después.
Genética: las personas con ciertas enfermedades hereditarias tienen mayor riesgo de sufrir sarcoma. Estas enfermedades incluyen neurofibromatosis tipo 1, síndrome de Gardner, síndrome de Werner, esclerosis tuberosa, síndrome del carcinoma basocelular nevoide y retinoblastoma.
Anomalías del sistema inmunitario: aquellas personas con problemas en el sistema inmunitario tienen un riesgo mayor de sufrir varios tipos de cáncer.
Tratamiento
Así como hay muchos tipos de sarcomas, son diversos los tratamientos para curarlos o mejorarlos. El método curativo por excelencia es la cirugía. La radioterapia y los tratamientos médicos, como la quimioterapia o los tratamientos de tipo molecular, se emplean para facilitar la operación o disminuir las probabilidades de recaída.
Todos los sarcomas se pueden curar si se les diagnostica a tiempo, pero es importante que el médico responsable del tratamiento (cirujano u oncólogo), sea experto en este tipo de cáncer.
La mayoría de sarcomas se diagnostican en 1 a 10 personas por cada cien mil, de ahí su consideración como tumores raros.
15% a 20%