R. Kelly fue declarado culpable este lunes de liderar una red para perpetrar delitos sexuales por un jurado de Nueva York que ratificó todos los cargos, entre ellos de abuso y tráfico sexual.
Luego de seis semanas de escuchar testimonios sobrecogedores durante el proceso, el jurado halló culpable al célebre cantante de 54 años de reclutar a mujeres y menores para abusar sexualmente de ellas.
El caso, retrasado más de un año por la pandemia, se considera un hito para el movimiento #MeToo por ser el primer juicio importante por abuso sexual en el que la mayoría de los denunciantes son mujeres negras.
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Vestido con corbata azul claro, un traje azul a rayas y una mascarilla blanca, Kelly permaneció sentado sin alterarse, sujetándose de vez en cuando la cabeza y cerrando sus ojos detrás de sus lentes.
Se enfrenta a cárcel perpetua. La sentencia se conocerá el 4 de mayo.
"Estamos decepcionados con el veredicto", dijo el abogado de Kelly, Deveraux Cannick, a la prensa fuera del tribunal antes de agregar que "estudiarán" apelar.
El estado tenía la tarea de demostrar que Robert Sylvester Kelly, su nombre completo, es culpable de crimen organizado, un cargo grave comúnmente asociado con la mafia que presenta al cantante como el jefe de un grupo de asociados que facilitaron sus abusos.
Para poder condenar a Kelly por extorsión, los miembros del jurado tenían que declararlo culpable de al menos dos de las 14 infracciones conocidas como "predicate acts", que juntas constituyen delitos más graves.
El jurado -integrado por cinco mujeres y siete hombres- encontró que todas las acusaciones, excepto dos, fueron demostradas.
El cantante del éxito planetario 'I Believe I Can Fly' también fue declarado culpable de otros ocho cargos en virtud de la Ley Mann, que prohíbe el transporte de personas a otros estados por motivos sexuales.
Coacciones
OLa abogada Gloria Allred, que representó a tres de las seis mujeres que presentaron la denuncia, aseguró que la condena de Kelly es un aviso para otros que usan su fama "para depredar a sus fans".
"La cuestión no es si la ley te pillará", dijo. "La cuestión es cuándo".
Los testimonios de las denunciantes que se declararon víctimas contaron que conocieron al cantante en conciertos o pequeñas actuaciones y que miembros de su entorno les entregaron pequeñas notas con el contacto de Kelly.
Muchas recibían la promesa de que les ayudaría a hacerse un hueco en la industria musical.
Sin embargo, todos fueron "adoctrinadas" en el mundo de Kelly, según la fiscalía, lo que suponía mantener relaciones sexuales y sufrir "coacciones", como "el aislamiento o castigos crueles". Las grabaciones fueron escuchadas por el jurado.
Uno de las piezas fundamentales del caso fue la relación que mantuvo con la cantante Aaliyah.
Kelly escribió y produjo su primer álbum - "Age Ain't Nothin' But A Number" - antes de casarse ilegalmente con ella cuando ésta tenía 15 años ya que temía haberla dejado embarazada.
Su exmanager reconoció en el tribunal que había sobornado a un trabajador para obtener una identidad falsa y poder casarse, matrimonio que fue después anulado.
El soborno fue el primer caso de infracción del acta de crímen organizado que llevó a la condena de Kelly, quien todavía tiene juicios pendientes en otras instancias judiciales, incluido el tribunal federal de Illinois.
Durante décadas esta estrella de la década de los 1990 logró zafarse de las acusaciones de abuso, pero al final le llegó la hora.