La polémica decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y anunciar el traslado de la sede de la embajada estadounidense a esa ciudad desde Tel Aviv, generó un clima de incertidumbre que con las horas se extiende por en el mundo entero.
Analistas y observadores políticos de todas las orillas coinciden en prever un posible aumento de las tensiones entre Israel y Palestina por cuenta de ese hecho, lo que a su vez agregará un nuevo ingrediente de inestabilidad a la situación de Oriente Medio.
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Pero, ¿por qué esta decisión de Trump generó esta reacción? ¿Qué hay detrás? Para responder a esas y otras preguntas El País consultó al analista político y filósofo Juan David Ochoa, y al docente en Ciencias Políticas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, quienes explicaron las claves para entender la situación
1. ¿Por qué Jerusalén es un territorio clave?
El analista político Juan David Ochoa explica que la ciudad de Jerusalén es clave históricamente pues ha sido la meca de las tres grandes religiones monoteistas del mundo: judaísmo, islamismo y cristianismo. Los fieles de las dos primeros han estado tradicionalmente enfrentadas y han tenido disputas por el territorio, pues cada religión ha ocupado la ciudad, una tras otra, en varios sitios y períodos.
"La rivalidad entre ambas religiones está arraigada desde el inicio ideológico de cada una. Con fundamentos y teorías distintas respecto a los principios del Dios. Pero se pasó de tener diferencias por razones de fe, a un enfrentamiento por razones políticas, cuando la comunidad internacional decidió entregarle el territorio palestino a la fundación del estado de Israel en 1948. Es por eso que la vieja rencilla ideológica y religiosa terminó en un odio irreconciliable, a pesar de los Acuerdos de Oslo, firmados en 1993", explica Ochoa.
"El centro donde nació Mahoma, dios del Islam, y también Jehova, dios de los judíos, generó rivalidad en Jerusalén y gran resentimiento, porque los palestinos sienten que ese territorio es sagrado. El resultado es que ambas religiones han tenido que tolerarse territorialmente para compartir sus mecas y centros religiosos más sagrados", agrega el analista político.
Cabe recordar que Jerusalen alberga, entre otros monumentos sagrados, el Santo Sepulcro de los cristianos; el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones de los judíos, y la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al Aqsa, de los musulmanes.
2. ¿Por qué la declaratoria de capital es motivo de conflicto?
Jerusalén no solo ha sido sede de dos religiones rivales. También ha sido el escenario de grandes guerras durante décadas y cada religión ha hecho de ella el espacio principal de su acción política.
La parte occidental es la sede del gobierno de Israel, mientras que la parte oriental es considerada por los palestinos como la capital de su futuro Estado.
El docente de Ciencias Políticas y Gobierno Internacional de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo, dice que la Guerra de los Seis Días, en 1967, es clave para entender el conflicto y el impacto de la decisión que anunció Trump.
"Desde esa guerra Israel ha reivindicado a Jerusalén como capital, pero ningún Estado del mundo, hasta hoy, le había hecho ese reconocimiento; la mayoría de estados reconocen es a Tel Aviv como su capital", asegura Jaramillo.
Y agrega que "a Jerusalén no se le puede reconocer como capital de Israel porque hay un litigio sobre esa ciudad, pues la mayoría de estados del mundo la reconoce como ocupada ilegalmente por Israel, ni siquiera Estados Unidos se había atrevido a reconocer esta capital, y todos tienen las relaciones diplomáticas en la ciudad de Tel Aviv, que es la reconocida internacionalmente".
La Unesco ha declarado la parte oriental de Jerusalén, también conocida como Vieja Jerusalén, como patrimonio cultural de la humanidad de herencias culturales palestinas y árabes.
Haber declarado Jerusalén como capital de Israel, dice Jaramillo, es "arrebatarle el potencial cultural que tiene y al mismo tiempo es un motivo para exacerbar la violencia, pues se enterró la posibilidad de negociaciones de paz entre Palestina e Israel".
3. ¿Cuál es el origen del conflicto político?
El analista político Juan David Ochoa explica que en el año 1948 la Organización de las Naciones Unidas, ONU, decidió dividir la región de Palestina dando paso a la creación del Estado de Israel en una zona de ese territorio.
"Esto se da por varias razones, pero principalmente porque los judíos ocupaban esas tierras hace dos mil años y tuvieron segregación por siglos. Por eso, después del genocidio del que fueron víctimas en la Srguna Guerra Mundial, la ONU les da allí un espacio de tierra para que estén unidos y no sean más perseguidos, ya que para entonces eran
una cultura sin patria", explica Ochoa.
"La entrega de tierras de parte de la ONU a los judíos no gustó a los palestinos, y es por eso que a partir de entonces el conflicto se incrementa: porque después Israel empieza a ocupar progresivamente territorio que era de los palestinos, y a partir de allí surge una situación delicada que viene en progreso y que generó varias guerras. Por ejemplo, la franja de Gaza es un espacio ocupado por Israel de forma ilegal, y ello ha generado muchas muertes", agrega.
En este momento, dice, la parte este de Jerusalén pertenece a Palestina y la parte oeste a Israel, "pero gran parte del territorio pertenece a Israel por ocupaciones ilegales".
4. ¿Por qué no se ha dado la paz?
Uno de los momentos más importantes en esta historia ocurrió en 1993, cuando se firmaron los Acuerdos de Oslo, tras varios años de guerras entre el Gobierno de Israel y la Organización para la Liberación de Palestina.
"Allí hubo un acuerdo de no agresión. Sin embargo, ese acuerdo no ha sido definitivo pues hay hechos históricos que no se han resuelto, entre esos, la capital de los dos países", sostiene el docente en Ciencias Políticas de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo.
"Es por eso que Jerusalén ha sido un estado externo a la ocupación de los dos países, es decir es un ente exterior a la realidad coyuntural del mismo territorio, y ha sido regulado por entidades internacionales como la ONU, por el peligro que corre", agrega.
Por otro lado, la ocupación israelí de los territorios del Oriente, en 1967, (además de Cisjordania, Gaza y los Altos del Golán), y su desconocimiento posterior de las resoluciones de la ONU frente a ese hecho, se mantuvieron siempre como una herida abierta entre ambos pueblos.
5. ¿Qué significa el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén?
Este hecho, que según la misma Casa Blanca tardaría varios años en concretarse, sería la materialización de la decisión de Donald Trump. En ese momento, el anuncio que hizo el presidente de los Estados Unidos dejaría de ser simplemente un hecho simbólico.
El analista político Juan David Ochoa, explica que ya en 1995 el Congreso de Estados Unidos avaló la decisión de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén desde Tel Aviv, "pero desde entonces todos los presidentes postergaron esa decisión, por la tensión que hay entre los territorios, y porque prefirieron figurar como mediadores en el conflicto".
De hecho, ya a finales de los años 70 el presidente Jimmy Carter había sido mediador entre Egipto e Israel, cuyos gobiernos firmaron la paz, y desde entonces Estados Unidos se convirtió en apoyó y mediador de Israel.
"Carter incluso fue uno de los principales promotores de los Acuerdos de Oslo; después George Bush siguió como mediador, al igual que Barack Obama", explicó por su parte el docente en Ciencias Políticas, Mauricio Jaramillo.
Ahora Trump, agrega el docente, toma la decisión de romper esa tradición y reconoce a Jerusalén como capital de Israel, "seguramente porque era una de sus propuestas de campaña".
Lo que, para Ochoa, es "una situación histórica que seguramente va incrementar el conflicto en Oriente Medio".
6. ¿Qué viene tras la decisión de Trump?
El analista político Juan David Ochoa asegura que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mantenido una política pro-israelí desde los inicios de su campaña, y ha sido muy cercano al primer ministro de ese país, Benjamín Netanyahu, lo que explica su decisión.
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Lo que todos los analistas en el mundo prevén es una agudización de las tensiones entre el mundo árabe y el mundo judío, porque con la decisión de Washington prácticamente se cierra la puerta a la posible solución de dos estados, como vía de salida al conflicto.