Un automóvil lleno de explosivos estalló el viernes frente a una mezquita en Kabul, a la que suelen acudir miembros de los talibanes, matando al menos a siete personas, indicó el Ministerio del Interior.
La explosión ocurrió frente a la mezquita Wazir Akbar Khan, cerca de la antigua Zona Verde, muy protegida cuando albergaba varias embajadas, antes de que los talibanes tomaran el poder en agosto del año pasado.
A la mezquita ahora asisten a menudo altos comandantes y combatientes talibanes.
El portavoz del ministerio del Interior, Abdul Nafy Takor, dijo a la AFP que al menos siete personas habían muerto y otras 41 resultaron heridas, incluidos niños.
"La explosión ocurrió cuando los fieles se dirigían a sus casas" tras el rezo, dijo Takor, y explicó que los explosivos se colocaron en un automóvil.
Imágenes no verificadas publicadas en las redes sociales muestran un automóvil destrozado envuelto en llamas en una calle fuera de la mezquita. Ningún grupo ha reivindicado hasta ahora el ataque.
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La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) dijo en Twitter que el ataque es un "amargo recordatorio de la inseguridad y la actividad terrorista en curso en Afganistán".
En 2020, una bomba estalló en la misma mezquita y mató a su imán.
Aunque la violencia se ha reducido significativamente en Afganistán desde el regreso al poder de los talibanes, hay atentados frecuentes con bombas en Kabul y otras ciudades.
Varias mezquitas y clérigos han sido blanco de estos ataques, algunos reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico.
A principios de este mes dos miembros del personal de la embajada rusa murieron en un atentado suicida frente a sus oficinas, el último ataque en Kabul reivindicado por el grupo.