La cifra de policías heridos en las manifestaciones violentas contra la cumbre del G20 de Hamburgo asciende ya a 197, mientras las fuerzas de seguridad califican de "muy seria" la situación esta noche en un distrito de la ciudad, bastión de la izquierda radical y los antisistema.
En las últimas horas se ha producido otra escalada de violencia en el barrio de St Pauli y las inmediaciones de la casa ocupada por el colectivo "Rote Flora" -"Flora Roja", que se encuentra a escasa distancia del centro de congresos donde se reúnen los líderes de las potencias industrializadas y los países emergentes.
Varios comercios han sido saqueados, según la televisión regional NDR, mientras se suceden las cargas policiales contra grupos de jóvenes enmascarados identificables como violentos.
Fuentes policiales han conminado reiteradamente, a través de su cuenta en Twitter, a curiosos y transeúntes a abandonar las zonas de donde desde ayer se están produciendo altercados y disturbios.
En las últimas horas se observó el reagrupamiento de grupos de radicales en varios puntos, tras darse por terminada una manifestación en contra del G20 de la izquierda radical.
La policía había advertido anteriormente de que la presencia de curiosos en esa zona, cercana al centro de congresos donde tiene lugar la cumbre, dificultaba sus operaciones.
Los disturbios empañaron hoy, por segundo día consecutivo, la cumbre del G20 en Hamburgo, al reproducirme las imágenes de coches y barricadas ardiendo en esa zona de la ciudad.
En una comparecencia ante los medios, al término de las sesiones de la cumbre, la canciller alemana, Angela Merkel, calificó de "inaceptables" los actos de violencia.
"Las manifestaciones violentas ponen en peligro vidas humanas", advirtió, en su calidad de anfitriona de la reunión de los líderes en Hamburgo, donde hoy se produjo además el primer encuentro cara a cara entre el estadounidense Donald Trump y el ruso Vladímir Putin.