1969 es un año que Estados Unidos no olvida. En medio de la agitación que vivía en el país, a causa de sus conflictos raciales, la guerra de Vietnam y recientes magnicidios como los de John F. Kennedy y Martin Luther King, se reveló uno de los personajes más malévolos que se conozcan.
Charles Manson era el líder de La familia, un culto que les lavó el cerebro a un grupo de jóvenes hasta convencerlos de perpetrar una masacre conocida como los asesinatos Tate-La Bianca, en la cual resultaron muertos, entre otros, la actriz Sharon Tate, esposa del director Rokan Polanski y quien tenía ocho meses de embarazo.
La carnicería, en el exclusivo Beverly Hills, California, donde viven millonarios y estrellas de Hollywood, duró dos días, el 8 y 9 de agosto y entre sus protagonistas llamaron la atención, tres lindas jovencitas que nadie pensaría que fueran capaz no solo de disparar sino de rematar a una mujer embarazada y escribir con su sangre las paredes de su casa.
La tres jovencitas eran Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Leslie Van Houten, que fueron condenadas a cadena perpetua, en un juicio que duró largo tiempo en primera plana en 1971.
De ellas, la primera ya murió, mientras que las dos siguen en prisión y son las mujeres que más tiempo llevan tras la rejas en el sistema judicial estadounidense.
Ambas, así mismo, llevan años solicitando la libertad bajo palabra, pero todos sus esfuerzos han sido en vano, dada la presión de las familias de las siete víctimas y la inflexibilidad de los jueces y gobernadores, capacitados para decretar un acto de clemencia.
Ahora, parece que esa posibilidad parece estar cerca: Una corte de apelaciones de California acaba de de decidir que a Van Houten se le debe conceder la libertad bajo palabra.
La decisión revierte la resolución del gobernador de ese estado, Gavin Newson, quien en 2020 le negó la petición a la convicta, quien tenía 19 años cuando participó en el crimen y hoy cuenta 73.
Para el mandatario, ella implica un riesgo para la sociedad, el mismo criterio de quienes antes habían estudiado el caso. Afirmó, igualmente, que no dio una justificación inconsistente e inadecuada sobre su participación en los asesinatos.
Van Houten había dicho que el divorcio de sus padres, verse obligada a practicarse un aborto y sus excesos con el alcohol y la drogas, la habían dejado vulnerable ante Manson y eso la orilló a cometer los crímenes.
Para la Segunda Corte de Apelaciones de Los Ángeles, no hay manera de apoyar las conclusiones del gobernador y se puso en favor de ella.
“Van Houten ha mostrado un extraordinario esfuerzo por su rehabilitación, reflexión, remordimiento, planes realistas para cuando salga bajo palabra, apoyo de su familia y amigos, reportes favorables por parte de la cárcel y, por la época de la decisión de Newson, había recibido cuatro concesiones de libertad bajo palabra”, señaló la corte en su decisión.
Además,destacó su exitosa rehabilitación del consumo de drogas, a través de años de terapia y otros esfuerzos.
De todos modos, eso no significa la salida inmediata de Van Houten de la cárcel, ya que el gobernador Newson puede solicitarle al juez de la corte de apelaciones que se opuso, que le pida la Corte Suprema de Justicia del Estado que revise el caso, lo cual podría tomar años.
Otro posible escenario es que la Corte Suprema ordene su liberación mientras toma una decisión, informó el New York Post.