El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, condenó este sábado, 27 de julio, el “baño de sangre” tras la muerte de 11 personas en un terreno de fútbol en el Golán anexado por Israel, víctimas de un cohete lanzado desde el Líbano, y pidió una investigación independiente.

“Imágenes conmovedoras desde el terreno de fútbol de la ciudad de Majdal Shams. Condeno firmemente este baño de sangre”, indicó Borrel.

Por su parte Estados Unidos informó que apoya los esfuerzos israelíes para poner fin a los ataques en su frontera norte, declaró la Casa Blanca.

“Nuestro apoyo a la seguridad de Israel es férreo e inquebrantable contra todos los grupos terroristas respaldados por Irán, incluido el libanés Hezbolá”, declaró un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.

El Primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció que el movimiento islamista libanés Hezbolá pagará “un alto precio” tras el bombardeo con cohetes que dejó 11 muertos en los Altos del Golán, un territorio anexado por Israel.

Netanyahu se entrevistó con el líder de la comunidad local e indicó que Israel no dejará “este mortífero ataque sin respuesta” y que Hezbolá, que niega su responsabilidad, “pagará un alto precio, un precio que nunca ha pagado antes”, según un comunicado de la oficina del primer ministro.

Las fuerzas de seguridad y los médicos israelíes atienden a una víctima mientras los residentes locales se reúnen en un lugar donde se reportó un ataque desde el Líbano en la aldea de Majdal Shams, en la zona del Golán | Foto: AFP or licensors

Pero, el movimiento libanés Hezbolá negó su responsabilidad en los disparos de cohetes. En un comunicado, Hezbolá, un grupo afín a Irán, “negó categóricamente las acusaciones” sobre el ataque contra Majdal Shams.