En medio de rechazos, señalamientos y denuncias internacionales, el régimen de Nicolás Maduro se atornilló nuevamente en el poder por seis años más, una situación que mantiene en vilo a la población del vecino país, quienes han clamado ayuda de actores exteriores.
Ante ello, ha nacido la duda de si es posible que algunos de los gobiernos que están en contra de esa dictadura autoricen una invasión militar en Venezuela con el objetivo de recuperar la libertad de un pueblo que clama por la misma desde hace décadas.
Este interrogante ha tomado más fuerza por el lado del gobierno estadounidense que en pocos días empezará a dirigir Donald Trump, quien ha sido vehemente en su rechazo al régimen de Maduro y que, en mandatos anteriores, ha asegurado que desde su presidencia se ha considerado una intervención militar para desterrar al dictador de su poder.
Pero la posición del republicano podría experimentar cambios en este nuevo gobierno, pues se enfrentará a un mundo permeado por la guerra en el que su país juega un papel importante como protagonista. Por ello, aunque el tema de Venezuela no es menor para él, su prioridad sería la guerra en Medio Oriente y en Ucrania.
Entre otras, una intervención a Venezuela no sería tarea fácil por la relación que Maduro mantiene con países como Irán y Rusia, figuras centrales de las guerras de este momento. Además, este país latinoamericano es el quinto que más crudo envía hacia tierras norteamericanas para su tratamiento y comercialización.
Así pues, frente a la duda de una posible intervención militar estadounidense, el exprocurador de Venezuela José Ignacio Hernández, explicó que “la nueva presidencia de Donald Trump ha generado mucho ruido por los argumentos, en favor y en contra, de volver a la política de la ‘máxima presión’. Aquí hay una gran confusión, pues esa ‘máxima presión’ cedió hacia 2020, cuando el Departamento de Estado publicó una política oficial para promover la transición basada en acuerdos políticos con Maduro”.
Y continuó en su tesis: “El presidente electo Trump ha indicado que la política internacional de Estados Unidos debe orientarse hacia una suerte de no intervención, como recientemente lo reiteró con ocasión al conflicto en Siria. Por ello, creo que la política hacia Venezuela va a continuar, en cierto modo, donde se quedó, con el plan publicado en 2020″.
Por su parte, el excanciller Julio Londoño indicó que Trump tomaría una posición de confrontación con Venezuela, “pero posiblemente no con el mismo fragor que en su anterior mandato”.