El presidente Volodimir Zelenski instó este martes a las potencias occidentales a ayudar a Ucrania a tender un "escudo antiaéreo", tras una nueva salva de bombardeos rusos.
Zelenski dijo ante una cumbre telemática del G7 de las economías más avanzadas del planeta que "millones de personas estarán agradecidas" por una ayuda de ese tipo, y advirtió de que Moscú tiene aún "medios para intensificar su ofensiva".
Estados Unidos prometió incrementar los envíos de defensas antiaéreas a Ucrania y Alemania anunció que entregará "en los próximos días" un primer equipo de misiles antiaéreos Iris-T, capaces de proteger una ciudad entera.
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La cumbre fue convocada en plena escalada bélica, con bombardeos el lunes en varias ciudades ucranianas, incluida Kiev, la capital.
Los líderes del G7 avisaron además a Bielorrusia de que su plan de desplegar tropas conjuntas con Rusia constituye una nueva forma de "complicidad" con la invasión de Ucrania, lanzada en febrero por el presidente ruso, Vladimir Putin.
El G7 (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón) añadió que pondrá todo su empeño para que "Putin y aquellos que sean responsables rindan cuentas" por los últimos bombardeos.
Rusia anunció este martes, horas antes del inicio de la cumbre occidental, que lanzó nuevos bombardeos "masivos".
Las autoridades de la región ucraniana de Leópolis (oeste) indicaron que al menos tres misiles rusos impactaron en infraestructuras energéticas. El alcalde de la capital regional epónima afirmó que alrededor de un tercio de la ciudad se quedó sin electricidad.
El Ministerio ruso de Defensa confirmó los ataques de este martes, y explicó que había usado armas de largo alcance de alta precisión y que "se alcanzaron todos los objetivos".
El ministerio ucraniano de Defensa indicó que Rusia lanzó el lunes 83 misiles, de los que fueron derribados 52.
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Putin indicó que los bombardeos eran una respuesta al ataque "terrorista" contra el puente que conecta el territorio ruso con la península de Crimea (anexionada por Moscú en 2014), cometido según él por las fuerzas ucranianas.
Según la ONU, los bombardeos rusos del lunes "podrían haber violado" el derecho de la guerra.
"Paz justa"
El ministro ucraniano de Exteriores, Dmytro Kuleba, dijo que los ataques demuestran que Rusia está "desesperada" después de una serie de reveses militares.
El mismo lenguaje que empleó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien calificó los ataques rusos de "señal de debilidad".
Turquía pidió un alto el fuego "lo antes posible", a la espera de que su presidente, Recep Tayyip Erdogan, se reúna con Putin el jueves en Kazajistán.
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En una entrevista televisada, el canciller turco, Mevlut Cavusoglu, también instó a una "paz justa" basada en la integridad territorial de Ucrania.
En el terreno, Ucrania anunció la exhumación de los cadáveres de 78 civiles en Sviatoguirsk y Limán, dos ciudades de la región de Donetsk, en el este del país, recientemente recuperadas por las fuerzas ucranianas.
Ucrania también dijo haber logrado la liberación de 32 de sus soldados y la entrega del cadáver de un ciudadano israelí en su último canje de prisioneros con Rusia.