Lo último que nos faltaba. Lo impensable. Creía que ya habíamos tocado fondo como país con las Abudineadas, las Carrasquilladas, la continuación de los asesinatos a líderes sociales, las mentiras, la corrupción, la incompetencia, el cinismo. Pero no. El fondo no tiene fondo.

Ahora Duque y sus áulicos se meten con la literatura, irrespetando y dándole una bofetada obscena a España durante la Feria del Libro de Madrid, que inicia este sábado 10 en El Retiro, que tiene como país invitado a Colombia. Una Feria que es única porque a diferencia de otras se caracteriza por sus casetas uniformes, la firma de los autores, los debates, convirtiéndola casi en un sagrario de ideas, no tanto de comercio editorial.

Pues el gobierno no invitó a sus más destacados escritores. William Ospina, Héctor Abad Faciolince, Santiago Gamboa, Laura Restrepo, Piedad Bonnet, Fernando Vallejo, Juan Gabriel Vázquez, Julio César Londoño, Pablo Montoya, Yolanda Reyes entre otros. Fueron olímpicamente ‘negriados’.

Las declaraciones del actual embajador Luis Guillermo Plata son la cereza de este postre envenenado: ”No quisiéramos que una feria literaria se convirtiera en política, queremos escritores neutros en los que prime el lado literario”. ”No queremos gente que venga a poner problemas”.

Estas palabras son vergonzosas, aberrantes, fruto no solo de una ignorancia supina sino de un régimen fascista que prohíbe la libertad de expresión y excluye precisamente a sus escritores más conocidos internacionalmente, que son editados en España y traducidos a otros idiomas. Me pregunto qué le hubiera sucedido a García Márquez si estuviera lanzando sus Cien Años de Soledad. Lo hubieran vetado. Así de sencillo. Abajo la inteligencia. Prohibida la polémica.

Me cuentan que van a lanzar el libro sobre la Primera Dama y los escritos por Duque. Además el insulto es para todos los escritores invitados, no dudo que habrá muy buenos, porque ya los calificaron de neutros. Así, malditos, para siempre emasculados, sin criterio. No me explico cómo no se rebelan o mandan a la miércoles la invitación.
Quedarán con el rótulo. No se lo merecen.

El embajador Plata seguirá tan campante, protegiendo a los neutros en todas sus manifestaciones artísticas, tratando de lavar la imagen de este cuatrienio negro que no lo blanquea nadie. Los colombianos residentes en Madrid no se tragarán el cuento. Ni los del resto de España que respaldaron las protestas y marcharon en contra de Duque y su séquito, no digo apóstoles porque me da pena con ellos.

Invito a escuchar en Los Danieles las palabras de Piedad Bonnet, Pilar Reyes, Laura Restrepo y a escuchar la entrevista a Santiago Gamboa. O como me comentó Héctor Abad Faciolince, “si a los funcionarios de este gobierno no les gustan mis libros a mí me alegra mucho, escogieron algunos escritores funcionarios como el editor de la Primera Dama y a una escritora que acaba de publicar su primer libro: una serie de cartas a un importante dirigente empresarial de Medellín. Según el embajador prefirieron hacer una lista de escritores ‘neutros’. Esta es una nueva categoría literaria que yo no conocía. Debe ser algo así como “el español neutro” en el que a uno le aconsejan no usar ninguna expresión típica del castellano de la región de donde uno proviene, con lo cual lo único que uno puede hacer es quedarse callado”.

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PD. Y como aquí pasa de todo y nunca pasa nada, pues nos tragaremos este sapo monstruo de verrugas y veneno y seguiremos tan campantes. ¡Acaban de prohibir, con hechos, la libertad de expresión!