Dos nombres que aún no han destapado claramente sus intenciones jugarán de manera fuerte para las elecciones de alcaldía en octubre próximo. Uno de ellos causa urticaria en los sectores más recalcitrantes de la derecha caleña y en el Club Colombia es casi que el diablo en sotana: se trata de monseñor Darío de Jesús Monsalve, quien hace poco se retiró del arzobispado caleño.
Hace poco me lo encontré, siempre afectuoso me dijo: “Amigo Quintero, ¿cómo ve la ciudad?”. Después de un corto análisis le manifesté que había mucha expectativa por el futuro y que creía que él jugaría fuerte en ese escenario. Me miró, sonrió, no confirmó nada, pero en pocas palabras transmitió mucho: “Quintero, solo le digo que ya no tengo mordazas”.
Monseñor es la mejor carta que podría tener el Pacto Histórico en Cali si quiere apostar por esta alcaldía. El PH no tiene candidatos, no tiene nombres, opciones reales. Monsalve es bien recibido en las bases, es cercano al proceso de paz con las Farc y el Eln y fue clave en los diálogos con la primera línea durante el paro nacional.
No tengo dudas de que le pondría ‘picante’ a esta sosa campaña y agitaría el debate porque es hombre inteligente, de posiciones firmes, con buen discurso y conocedor de las tragedias sociales de Cali. ¿Qué tanta energía tendrá para sostener una campaña? ¿Qué tan dispuesto estará para soportar la ‘guerra sucia’? Sé que muchos ya llegaron a su puerta a ‘coquetearle’ y que hasta Gustavo Petro reconoce que es la gran carta del PH en Cali.
El otro candidato que si se destapa abrirá una tronera es Tulio Gómez. El directivo de fútbol es ‘carne pulpa’ para un buen estratega político. Hombre del pueblo, empresario hecho a pulso, habla como la gente de a pie, dice las cosas como las siente, ha salvado empresas caleñas. En una ciudad en la que los ‘outsider’ han tenido éxito (Armitage, Pardo Llada, Jhon Maro, el propio Ospina) no se puede descartar que la historia del hombre popular que se volvió millonario y trata bien a la gente es ‘narrativa poderosa’ que ‘pega’ muy bien. Me dicen que le tienen un ‘guardado’ apenas anuncie su candidatura, relacionado con un familiar en Medellín. Seguro será otro capítulo de las ‘buenas maneras’ de hacer política en Cali.
Estas dos cartas agitarían el ambiente electoral. De resto, Miyerlandi seguirá explotando su buena imagen, pero con los reparos de críticos que aseguran que Dilian se quiere quedar con todo. Deninson Mendoza se apoyará en su ‘frescura’, aunque es poco conocido; Alejandro Eder, con experiencia, pero poca conexión con sectores populares; ‘El Chonto’, juicioso, pero que perdió el falso respaldo de los empresarios hace tres años, y el exministro Wilson Ruiz, a quien no veo enfrentando los ‘debates de altura’ con que suele hacerse la política en esta ciudad.
Un año electoral en la Cali-caliente.
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