Por: Monseñor Edgar de Jesús García Gil, Obispo emérito de Palmira.
José es el varón silencioso del nuevo testamento. Pareciera un hombre oculto. Pero su protagonismo se hace visible en su justicia, humildad y obediencia. Este artesano de la madera fue escogido por Dios para que cuidara a su esposa María y a su hijo Jesús. Con ellos fue el primer peregrino de la esperanza
Fue un hombre enamorado de la hermosa doncella de Nazareth. Pidió su mano para compartir la vida con ella como su esposo. Mientras llegaba el momento del matrimonio, descubrió que su prometida estaba embarazada.
Como fue un hombre justo, no la quiso denunciar, sino que se retiró en secreto hasta que el ángel del Señor le reveló que María esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. Y José creyó y la recibió en su casa.
En medio de las alegrías cotidianas del hogar, tuvieron momentos de prueba como tener que emigrar para Egipto porque Herodes pretendía matar al Niño Jesús.
Su vida de familia en Nazareth fue una comunión de amor en crecimiento. El taller de José, el carpintero, sostenía humildemente las necesidades fundamentales de la sagrada familia. Jesús aprendió de su padre las artes de la madera. Los evangelios lo llamaban el ‘hijo del carpintero’.
José y María sufrieron la pérdida de su hijo de doce años cuando subieron a Jerusalén para celebrar la Pascua. Durante tres días lo buscaron hasta que lo encontraron en el templo dialogando con los doctores de la ley.
José, según la tradición, murió en los brazos de María y al lado de Jesús. Su muerte santa es un testimonio que ha recorrido la vida cristiana.
El papa Francisco nos entregó el 8 de diciembre del 2020 una carta apostólica sobre San José llamada ‘Corazón de Padre’ y en ella nos escribió los calificativos de la paternidad de José: Padre amado. Padre en la ternura. Padre en la obediencia. Padre en la acogida. Padre en la valentía creativa. Padre trabajador. Padre en la sombra.
El próximo miércoles 19 de marzo celebraremos la fiesta de San José. Patrono de la Iglesia universal. Ojalá podamos imitar su amor, su obediencia y su generosidad.