Nos desgastamos a morir luchando por el poder, por el capital, por la posesión de la tierra, por los honores, pero descuidamos lo principal, ese sorbo que nos da vida, tan esencial como el aire cual es el agua. Dejar que el agua se acabe o se contamine será crimen que se pagará con la inexistencia. Afortunadamente hay seres en el planeta que se han apersonado de la defensa y cuidado del vital elemento, haciéndolo objeto del ritual del arte, de ser cantado. En Colombia, y más precisamente en Cali, se ha conformado el grupo ‘Alelí y los artistas por el agua’, que gracias a una beca de circulación internacional para músicos otorgada por los estímulos de la Secretaría de Cultura de la ciudad, pudo realizar una gira por 11 ciudades de México con mensajes de paz, creatividad y reencuentro con la naturaleza. El ciclo fue triunfal y jubiloso, recibiendo las más cálidas ovaciones y solidaridad en el objetivo natural, a través de la obra musical Canto del Agua, interpretada por la bella y maravillosa cantante Alelí Mesa Giraldo y su grupo.
Se está invitando a los habitantes de Cali interesados en las artes musicales y en la supervivencia de la especie, para el próximo jueves 14 de noviembre, a las 7:30 p.m., en el Auditorio Jorge Isaacs de la Biblioteca Departamental Jorge Garcés, al acto simbólico Cantar al Agua, concierto que cierra las numerosas presentaciones en México, como entrega de resultados de la gira Océanos de Miel 2019. Se presentará además el audiovisual ‘Gira Océanos de Miel México’, del artista y realizador audiovisual Paul Barrios de la productora Color Machine.
Es regocijante por igual que haya una persona y un grupo tan bien organizado que responda a este tipo de desafíos, a la vez artísticos y humanísticos, y que la Alcaldía de Cali a través de su Secretaría de Cultura los estimule. La producción de la obra musical Canto de Agua corrió a cargo de Sol Tomás Mesa de los Estudios Flor del Hito Camilo Plaza, David Mesa y la instrumentación de los artistas Jacoba Vélez, Pacho Plata, Eliana Cogliati y Mauricio Giraldo.
Desde mi Maravilla de Leyva saludo y felicito a los jóvenes artistas por el triunfo alcanzado en esta primera gira internacional y espero que resulten nuevos y sucesivos estímulos para que su obra cobre la dimensión estelar que merece. Por lo pronto cuenten con mi tecla entusiasta.
Me declaro cultor y fiel defensor del agua. Elemento que contemplaré en mis cantares, contagiado por la pasión de Alelí. “Dame de tu mano para beber / y la otra / para alcanzar la orilla opuesta de los mares recién nacidos”. Quien canta al agua merece a la vez ser cantado. Hasta por el agua, cantarina y agradecida. Pues todos sabemos que el agua canta, susurra, rumorea, así a veces tenga la voz cascada o quebrada. Más doloroso que se le vaya a uno una novia es que se le vaya el agua a la hora de bañarse. Hasta para el milagro de hacer el vino se necesitaron garrafas de agua. Y para pasar el whisky. Y para lavarse las manos como hacen los políticos con jabón Pilatos.
Lo que por agua viene por agua se va, dice la sabiduría popular significando que lo que uno tiene puede perderlo al primer descuido. No te ahogues en un vaso de agua, que sugiere que ningún problema es tan grande que no pueda resolverse bebiendo. Tanto da el agua en la piedra, que la quiebra, que exalta al empecinado para que termine por lograr lo que se propone. Nunca digas de esta agua no beberé, en que se advierte el negativista cerrero que en cualquier momento le llegará el turno.
Agua que no has de beber déjala correr, dicen también por ahí, proverbio al que no me resigno.