El gran esfuerzo nacional que se ha hecho para controlar la propagación del Covid-19, con el alto costo que ha significado la cuarentena y el freno de la actividad económica, puede perderse por las aglomeraciones y el comportamiento irresponsable de almacenes que no aplicaron los protocolos de bioseguridad y miles de consumidores que arriesgaron su salud, y la de sus familias, por ganarse unos cuantos miles de pesos por comprar sin IVA.
Las redes sociales estallaron ayer con imágenes y comentarios sobre esas multitudes insensatas, y con mucho humor negro señalaron las previsibles consecuencias. Algunos ejemplos: “Hoy es el día sin IVA, próximamente el día sin UCI”, “Ahora en las UCI toca abrir campo para colgar los televisores de 70” que están comprando”. Tola y Maruja también se despacharon con agudeza: “Comprando a crédito tiene el plus de que si te contagias de coronavirus solo pagarías las dos primeras cuotas”.
La realidad del costo del día sin IVA en la propagación del virus se conocerá dentro de dos semanas; mientras tanto hay que decir que el beneficio esperado será muy pequeño para la sociedad en su conjunto, es decir que si se trataba de estimular la reactivación de la economía esta es una medida ineficiente.
Para Fenalco no es ineficiente pues estima que las ventas sin IVA fueron del orden de $5 billones que les dejaron buenas ganancias. Lo que no se dice es que es probable que una buena parte de esas ventas de todas maneras se hubieran hecho porque eran compras aplazadas en 3 meses de cuarentena, o anticipadas para aprovechar los descuentos -si es que fueron reales-. En otras palabras el gobierno asumió un enorme costo fiscal innecesario, porque muchas compras de todas maneras se hubieran hecho sin necesidad del descuento.
Ineficiente también para estimular la producción doméstica, porque según los mismos comerciantes la mayor parte de las compras fueron de electrodomésticos, computadores y teléfonos, todos importados, y muy pocos productos nacionales. El Dane en junio nos volverá a mostrar una tendencia recurrente de ventas del comercio creciendo mucho más que la industria manufacturera.
El exministro de hacienda Juan Camilo Restrepo preguntó: “¿Este es el tipo de gasto público adecuado para reactivar la economía?, ¿qué ganamos promoviendo consumos atropellados de electrodomésticos importados?”. La respuesta es que ganamos muy poco, y el Gobierno podría limitar el próximo día sin IVA solo para la compra de productos nacionales.
El costo fiscal del día sin IVA no solo es ineficiente sino también regresivo pues no beneficia a los más pobres y vulnerables, sino a los estratos medios y altos que son los que tienen dinero para comprar televisores, o los bancos que incrementan la facturación con tarjetas de crédito de los que se endeudan para adquirirlas.
Con el monto de ventas sin IVA estimado por Fenalco, el Gobierno deja de recibir unos $900.000 millones que se hubieran podido destinar a incrementar las exiguas ayudas que se están dando a los más pobres o para proteger el empleo.
Por ejemplo, ese fue el costo del primer mes del Paef que solo dio $350.000 por empleado, o sea que hubieran podido dar el doble. También se hubieran podido triplicar los escasos $160.000 que dieron a 2 millones de familias en el programa de Ingreso Solidario. Esos serían estímulos más útiles y eficientes que otro día sin IVA.