Tienes mucho para dar. Ámate y así podrás servir a los demás y más feliz serás.

Nunca des con una mano y quites con la otra. Cuando des algo, ofrécelo sin expectativas.

Que quede ni rastro de apego, para que pueda usarse de un modo completamente libre.

Cuando des, hazlo con abundancia, con libertad y de todo corazón, y después olvídate de eso.

Ese principio se extiende a los regalos materiales o espirituales, tangibles o intangibles.

Sé siempre muy generoso en tu donación, y jamás temas sufrir pérdida alguna.

Si esperas algo, eso no es dar de verdad. Con la donación verdadera, no carecerás de nada.

Dios es donación constante. Amar es darte y dar como lo hace un árbol.

@gonzalogallog