Hace 20 mil años, la edad promedio del hombre era de 33 años y la de la mujer era 30.
Tanto ellos como ellas eran de baja estatura y sobrevivían en condiciones muy adversas e insalubres.
Claro que, según los pesimistas, hoy todo es peor que antes y la vida humana va camino a desaparecer.
Eso es falso. Hay serios retos de todo orden, pero el humano siempre encuentra salidas a las crisis.
La lucha más seria no es contra los obstáculos, es para alejar el pesimismo y el desaliento.
La suerte está en tus manos, y es vital que confíes y no pienses en situaciones irremediables.
Afirma el Dr. Martin Seligman, un estudioso del optimismo en la universidad de Pensilvania:
“Un ser exitoso se ve como afortunado, no se da por vencido y esa actitud le abre las puertas que necesita”.
@gonzalogallog