Amado Creador, tú eres amor y yo también. Gracias por querer que los dos seamos uno.

Tú eres paz, luz y verdad. Pues bien, eso es lo que yo quiero irradiar con cada acción.

Quiero, amado Dios que, al verme y tratarme, los demás sientan tu amorosa presencia.

¡Qué bueno ser un trabajador de la luz, un sembrador de bondad y un faro de luz!

Hoy, Señor, es un día para amar, no para temer; un día para compartir, no para acumular.

Cada día es una oportunidad para comprender, sin juzgar, y para dar sin esperar nada a cambio.

Gracias, bendito Dios, me amas sin medida, me acompañas siempre, me guías.

Eres mi cielo y mi consuelo, mi paz y mi alegría, mi baluarte y mi mejor compañía. Gracias sin fin.

@gonzalogallog