No es cierto: en esta ciudad a la gente no la roban en cualquier esquina a plena luz del día. No es cierto: aquí no han matado a nadie por atracarlo. No es cierto: aquí la gente no anda con susto de detenerse en un semáforo en rojo, de salir a la esquina a esperar el bus, de que sus hijos vayan a jugar al parque o de sentarse a comer tranquilamente en un restaurante.
Nada de eso es verdad. Las noticias que cuentan que Cali se volvió una ciudad invivible e irrespirable, donde el miedo aprisiona el cuello de los ciudadanos y los delincuentes parecen tener absoluta libertad para atacar en cualquier lugar, son falsas.
Eso no es cierto. Aquí no pasa nada de lo que dicen que está pasando. Todo es una película, una ficción, un video que algunas mentes malignas se inventaron solo para desprestigiarnos.
No crea en nada de lo que dicen sus familiares, sus vecinos, sus amigos y toda esa enorme cantidad de gente a la que en los últimos meses usted le ha oído contar que fue víctima de un atraco. ¡Mienten vilmente!
Créale mejor a Dranguet. Él sí sabe bien qué es lo que está pasando. Y además, es un tipo chévere, popular, ocurrente. Su trabajo como Secretario de Seguridad parece una versión renovada del ‘Show de Jimmy’. Y le está saliendo muy bien. Lo vi hace un par de días en televisión junto al alcalde Ospina, quien también tiene unas dotes de comediante tan buenas como las del ‘culebro’ Casanova, y puedo asegurar que hacen un dueto muy divertido. Una especie de ‘Recochan Boys’ recargados del Siglo XXI.
A Dranguet se le ocurrió que el problema no es tanto que la ciudad esté invadida de hampones armados y dispuestos a matar, sino que “algunos ciudadanos, con la intención de hacer quedar mal a la ciudad, están creando videos falsos de hurtos”.
Y eso, agregó Ospina -con su particular humor críptico, no apto para ‘gente tun tun’-, es “un riesgo informático por falsas noticias que amplifican la percepción de inseguridad”.
Por eso anunciaron que van a usar toda su capacidad, esfuerzos y recursos para capturar a los peligrosos delincuentes que pusieron a rodar cuatro (léase bien: ¡CUATRO!) videos de robos antiguos, como si fueran nuevos.
La solución al problema va por ese lado. El martes pasado un ciudadano inocente fue asesinado a las puertas de un centro comercial por un delincuente en un intento de atraco. Y casi al mismo tiempo, a solo un kilómetro y medio de allí, tres asaltantes intentaron robar una sucursal bancaria en plena Calle Quinta.
Pero tal vez todo eso solo pasó en nuestra febril imaginación. Quizá fue producto de nuestra “amplificada percepción de inseguridad”.
Creo, incluso, que la teoría del video falso va mucho más allá. No es cierto que esta ciudad huela a corrupción por todas partes. No es cierto que en Emcali se gasten la plata en comprar sillas de $17 millones y televisores de $43 millones. Ni es cierto que haya 38 investigaciones de la Contraloría por contratos dudosos y más de $700.000 millones en riesgo de perderse.
Tampoco son ciertos el caos de movilidad en las vías, los huecos, el desorden y esta apabullante sensación de anarquía generalizada. Todo es ficción. Lo vimos en algún video falso y nos lo creímos. Aquí no está pasando nada. Así que mejor hagan crispetas, relájense y disfruten el nuevo ‘Show de Jimmy’. Es tan bueno que próximamente, estoy seguro, irá por Netflix, HBO o Prime.