Como es usual en Colombia, el tema de los peajes, que hace pocas semanas era el de moda, fue desplazado por otros de mayor interés coyuntural. Pero, como también es usual, pronto volverá.

Aunque mucho se habla de la competitividad del sector productivo nacional, pareciera que no hay deseos de mejorarla. En lo que respecta al transporte, por ejemplo, Colombia es uno de los países exportadores de petróleo que más caro les cobra el combustible a sus habitantes. Y, a pesar de que el Foro Económico Mundial califica su infraestructura vial entre las peores, sus peajes están entre los más altos del mundo.

Un viaje en automóvil de Cali a Bogotá tiene diez peajes que cuestan $126.600, en un recorrido de 464 Km, o sea US$ 30,15, con un cambio de $4200 por dólar. Esto es mucho más que lo que se paga por distancias similares en vías de superiores características en los demás países de la región.

En Brasil, el recorrido de 433 kilómetros de Río de Janeiro a São Paulo tiene siete peajes con un costo total de US$ 9. En Argentina, se paga US$ 14,05 en cuatro peajes para los 414 km de Buenos Aires a Mar del Plata. En Ecuador, se paga US$ 5 en cinco peajes para los 424 km de Quito a Guayaquil. Y en Estados Unidos, recorrer 381 km en el Turnpike que une a Miami con Orlando cuesta US$ 18.

Esto para no hablar de los modelos de peajes de países europeos, frente a los cuales tampoco tenemos comparación. En Europa, es gratis transitar por las carreteras de Alemania, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos y Suecia, excepto algunos impuestos para carga de alto tonelaje en ciertos túneles y puentes. También, el uso de las vías es gratis en Estonia, Finlandia, Islandia, Letonia y Lituania.

En otros países, como Austria, Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Rumania y Suiza, se paga una tarifa fija que puede ser por semana, mes o anual, siempre más baja que los peajes colombianos. En Italia, Francia, Portugal y España hay peajes según las distancias y según el tipo de las vías. En Francia o en Italia se encuentran peajes totales con precios similares o algo mayores a los colombianos, pero para autovías con velocidades de 130 kilómetros por hora. Con un tortuguesco promedio de 57 km/h en rutas clave, Colombia, en cambio, tiene en sus carreteras una de las velocidades promedio más bajas del mundo.

Y si se trata de transporte de carga, la situación no mejora. Un viaje por tierra desde Bogotá hasta Rumichaca, para un vehículo de carga de seis ejes, le cuesta en peajes en cada sentido $ 678.600. De Bogotá a Cartagena los peajes cuestan $ 532.500; de Cali a Bogotá, $ 494.200; de Bogotá a Medellín, $ 358.500, y de Cali a Medellín, $ 617.800. ¡Con todo el impacto que tiene esto en el costo del transporte en un país que mueve su carga exclusivamente por carretera!

El problema del exceso de costo en los peajes colombianos es serio. No es aceptable, además, que los peajes no bajen cuando las concesiones terminan, pues la inversión de la construcción ya se pagó y se supone que lo que se cobre de ahí en adelante se destinará solo al mantenimiento. ¿O es que hay vías que subsidian a otras concesiones, o van al presupuesto nacional a derrocharse en burocracia, como aparentemente sucede con las del Valle del Cauca? Y queda la pregunta: ¿cuándo van a cobrarles peajes a las motos, que, además de congestionar las vías, generan el 60 % de los accidentes en ellas, con los consiguientes costos en su operación?