En este 2024 hemos visto a los mandatarios entrantes y sus equipos muy activos liderando reuniones y actividades que buscan poner en práctica varias de sus promesas de campaña y de sus planes de gobierno. Sin embargo, para que estas se puedan materializar, los mandatarios deben avanzar en la construcción y aprobación de sus planes de desarrollo.

Este instrumento tiene la capacidad de transformar el territorio y la vida de sus habitantes. No solo porque les permite a los mandatarios organizar sus objetivos y plantear sus metas (ojalá de resultado y no de medio) durante su gobierno, sino porque plasma las necesidades más apremiantes a atender. También las estrategias para incidir en la formulación de políticas públicas que garanticen el bienestar de la población y algo no menos importante, es que con base en las estrategias de los planes de desarrollo se organiza la ejecución del presupuesto de cada territorio.

Si bien la construcción de los planes de desarrollo está a cargo de los alcaldes y gobernadores y su aprobación depende de los concejos y las asambleas, este proceso que implica un diálogo multiactor nos debe importar a todos. La participación ciudadana, como proceso de construcción social, nos ha mostrado que si se realiza de manera consciente y juiciosa tiene la fuerza para incidir en la toma de decisiones de los gobernantes.

En Cali, por ejemplo, en el año 2023 lideramos, junto a otros actores del sector privado y la academia, la iniciativa de participación ciudadana Cali para Mí, que reunió la voz de más de 25 mil caleños y caleñas. Este ejercicio logró, en consenso, la priorización de 20 proyectos, programas e iniciativas importantes para la construcción de una Agenda de Desarrollo Territorial que busque la transformación de la ciudad en el mediano y largo plazo. Esperamos que este ejercicio sea un insumo valioso para la formulación del Plan de Desarrollo Distrital, debido a que recoge las necesidades priorizadas por la ciudadanía.

Sin embargo, hacer que esto pase no debe quedar exclusivamente bajo la discrecionalidad de los mandatarios. Como ciudadanos y participantes de Cali para Mí es nuestra responsabilidad hacer parte de las distintas fases de construcción y seguimiento de estos instrumentos. Estos planes están conformados por tres componentes: el diagnóstico, en el que se identifican los retos y potencialidades; el estratégico, en el que se plantea la visión, ejes estratégicos, programas y proyectos; y el plan de inversiones de mediano y corto plazo.

Durante todo el mes de febrero los entes territoriales convocarán a la ciudadanía para la construcción de los planes de desarrollo, para ello se están activando en cada municipio mesas de trabajo para escuchar lo que tenemos por decir. Es fundamental estar en estos espacios, opinar, proponer, pensar, dialogar, poner en perspectiva de nuestros gobernantes lo que debe pasar en estos 4 años. Después de todo, no hay una alcaldesa o alcalde que pueda tener un buen gobierno haciendo el trabajo solo.

Recordemos que para cumplir con nuestros deberes cívicos y contribuir a la transformación de nuestra región no es suficiente votar. La ciudadanía se ejerce con el voto, pero sobre todo con la participación activa en los asuntos públicos. Les invito a estar atentos y participar los próximos meses en la construcción de los planes de desarrollo y posteriormente ser los primeros veedores de su cumplimiento.