A Luz Karime Sánchez Henao le sorprende que en estos tiempos de virtualidad, los suscriptores de periódicos impresos sean tantos. Lo comprobó el 4 de febrero de 2021, Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, cuando junto a su esposo, Walter Vega, lanzó la campaña Emprensate. Consiste en recolectar papel periódico en la ciudad, comercializarlo, y con los recursos obtenidos financiar talleres de maquillaje para mujeres diagnosticadas con la enfermedad.
Desde que anunció la campaña en la prensa, su celular no ha parado de sonar. La mayoría son suscriptores de El País dispuestos a donar los montones de papel periódico que acumulan en la casa o en la oficina mes a mes.
La historia comenzó hace 4 años, cuando Luz Karime fue al médico feliz; estaba embarazada de su segunda hija. Sin embargo sentía mareos que no eran como los de su primer embarazo. Y algo le decía que en su cuerpo había algo diferente.
En el momento en que la doctora le entregó el diagnóstico, Luz Karime pensó que ese mismo día se iba morir. Se encontraba en el baño, cambiándose la ropa después de los exámenes, y la doctora, desde su escritorio, decía sin tacto alguno: “debe interrumpir su embarazo. Tiene cáncer de cérvix, y es agresivo”. Luz Karime corrió para abrazar a su mamá.
Después de pensarlo mucho, y con el apoyo de su esposo, decidió continuar con el embarazo pese a que los médicos pronosticaban que de no hacerlo, le quedaba poco tiempo de vida. Ellos la llamaban a cada rato para decirle que estaba programada la interrupción del embarazo y Luz Karime insistía: “no”. Una vez les dijo: “ustedes no son Dios”.
Mientras tanto padecía dolores intensos. Como contracciones del parto, solo que a toda hora y durante meses. Ni siquiera la amputación del cuello uterino alivió los dolores del cáncer. Pero Luz Karime siguió adelante.
Cuando su hija nació, los médicos le volvieron a advertir que debía someterse a las quimioterapias. Ella, otra vez, les dijo “no”. No hasta que le diera pecho a su bebé durante 6 meses. Y así fue.
Cuando Luz Karime fue donde su médico de confianza para someterse por fin al tratamiento, él se tomó la cabeza. Luz Karime imaginó que los exámenes que el doctor leía en silencio resultaron peor de lo que suponían. El médico, sin embargo, le dio un abrazo. Le dijo que no lo podía explicar, pero que estaba sana. ¡El cáncer había desaparecido! Por eso le propuso que a su hija la llamara Milagros. Luz Karime y su esposo le pusieron Luciana, que significa ‘iluminada’. Ella cree que detrás de todo estuvo “la mano de Dios”.
Mientras permaneció en el proceso de la enfermedad, apenas con medicamentos y lejos de radiaciones que afectaran a su bebé, conoció el drama de las mujeres con cáncer. Algunas luchaban solas, sin sus esposos. Una señora le pidió una vez que la ayudara. Le dijo que le enseñara clases de maquillaje a una de sus hijas para que ganara algo de plata. La señora tenía cáncer de mama y era la que sostenía la casa.
Luz Karime dice que algo se iluminó en su vida. Ella es esteticista y cosmetóloga de profesión. También estudió para ser auxiliar de enfermería. Desde niña le gustó la belleza y la salud, y aunque quería ser médica, sus padres no tenían los recursos para costear esa carrera. Entonces siguió otros caminos.
Luz Karime le enseñó a la hija de la señora a maquillar de manera profesional, y comenzó a hacer lo mismo con las otras pacientes, sin cobrar nada. Era una manera, también, de fortalecerles la autotestima.
La enfermedad puede ser brutal con el cuerpo. Maquillarse, verse bonitas pese a los tratamientos, es otra forma de luchar contra el cáncer.
Sin embargo llegó la pandemia del coronavirus y Luz Karime no pudo seguir financiando los talleres, que incluían un kit de maquillaje. Como se cancelaron las fiestas, casi no le solicitaban sus servicios como maquilladora. Entonces a su esposo se le ocurrió la idea: Emprensate.
Recolectar papel periódico, venderlo para reciclaje u otros usos en días en que la demanda crece y el papel escasea, lo que ha aumentado su precio en la calle, y con el dinero financiar los talleres, que, dice Luz Karime, son clases de motivación. Al contar su historia, crece la esperanza de vencer la enfermedad. Para unirse donando periódicos viejos basta llamar al 310 - 5117966.