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El cine del padre Leonel

No salir corriendo es su manera de ayudar, de acompañar. Un pastor jamás abandona sus ovejas.

1 de abril de 2023 Por: Vicky Perea García

El padre Leonel Naranjo dice que, a sus 82 años, “ya caducó”. En Tumaco en cambio están seguros de que sigue más vigente que nunca. Y es cierto. Hace apenas un mes, el padre inauguró el único cine de la ciudad. Se llama Teatro Nazareth.

La película con la que abrió la sala fue El Gato con Botas. “Yo no había visto esa película. Es muy interesante la forma en la que el gato decide aprovechar la última vida que le queda amando y sirviéndoles a los demás. Ya no se angustia ante la muerte, sino que vive haciendo el bien.
Toda película tiene un trasfondo educativo y eso es lo que queremos con este teatro: que los niños y jóvenes aprendan a ver cine y analizar el cine. Es un arte que le ayuda a uno a pensar y decidir muchas cosas”, dice el padre.

El teatro está ubicado a la entrada de Tumaco, en una casa que hace 11 años era un motel. Se llamaba Recuerdos del Paraíso. Ahora la fachada está pintada de curuba y hay una cartelera que dice: ‘la magia del cine, películas para niños, jóvenes y adultos’.

“Va a ser difícil transmitir la magia del cine, pero allí vamos. Lo que pasa es que a los niños de Tumaco no les tocó la época del cine, esa emoción de ver el estreno de una película, porque en Tumaco no hay teatros. Entonces muchas generaciones no saben qué es ir a cine, creen que ver una película es comer crispetas en el suelo y no. En el Teatro Nazareth tratamos de recrear en lo posible la magia del cine”, continúa el padre.

El teatro tiene capacidad para 25 espectadores, todos acomodados muy juntos en una sala de sillas rojas. Aún requiere cortinas para garantizar la oscuridad y un aire acondicionado para ese calor de Tumaco, pero el padre Leonel continúa adelante y en silencio con lo que tiene. Así lo ha hecho siempre.

Él nació en Manizales. En su juventud conoció a los padres Carmelitas Descalzos y a los 19 años inició el noviciado. No sabe muy bien por qué eligió el sacerdocio (hoy es fraile Carmelita Descalzo). Tenía dos opciones: irse a trabajar a Paz del Río– tenía el contrato firmado – o el seminario. Prefirió lo segundo.

Cuando terminó los estudios, su comunidad lo envió a Medellín. Allá trabajaba con jóvenes e integró un grupo de sigue vivo tras 53 años: Mojuma. Traduce Movimiento Juvenil Manrique. Después, el padre Leonel comenzó a recorrer Colombia, incluyendo Cali, donde llegó a finales de los 70 para hacer labor social en el barrio Comuneros de Aguablanca.

Con el padre Gonzalo Gallo, abrieron un hogar infantil para cuidar a los niños que se quedaban solos en sus casas porque sus papás debían salir a trabajar. También organizaron talleres de confección industrial para que las madres cabezas de hogar tuvieran mejores ingresos. Sin embargo, empezó a crecer el narcotráfico y las pandillas y el padre Leonel se fue de la ciudad, decepcionado.

“La única alternativa era trabajar con esos jóvenes abriendo centros donde se capacitaran. Los muchachos se levantaban a hacer nada, no tenían oportunidades, y empezaron a formarse las pandillas. Concluí que no había mucho por hacer porque el Estado no quería apoyar ninguna formación para esta gente. Entonces, me fui para Tumaco”.

Su amistad con el padre Gonzalo Gallo permaneció intacta. Fue él el que le propuso abrir una sala de cine. Incluso donó un televisor de 70 pulgadas. Pero llegó la pandemia del coronavirus y todo se suspendió. Además, el televisor que donó Gonzalo se dañó con la humedad de Tumaco.

“Luego pasó la pandemia y una señora amiga mía, de Cartagena, nos donó otro televisor y así empezamos de nuevo”, dice el padre, cuyo celular funciona como teléfono fijo. Siempre deja ese aparato encima del comedor. Jamás se lo echa al bolsillo. Él se sonríe.
El cine, agrega, es su forma de resistir. En Tumaco la vida está difícil. Sigue la violencia. Esta semana mataron a dos líderes sociales. Los que mueren son sobre todo los jóvenes. A la gente además la acostumbraron a que le den, a que la asistan, y eso hace que se vayan perdiendo los valores. Algunos no van al cine porque no dan refrigerio.

El padre Leonel explica que en todo caso con el teatro hace presencia. No salir corriendo es su manera de ayudar, de acompañar. Un pastor jamás abandona sus ovejas. El próximo estreno del Teatro Nazareth, donde la entrada cuesta mil pesos para pagar la energía, será La Pasión de Cristo.

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