El violento inicio del año en Cali debe ser motivo de preocupación para las autoridades y para la ciudadanía en general. En los primeros doce días de este 2025 fueron asesinadas 35 personas en la capital del Valle, siete de ellas el pasado domingo, incluidas las tres víctimas de un ataque en el Bulevar de Oriente. Es momento de reclamar mayor contundencia de la Fuerza Pública en la persecución del crimen organizado, así como soluciones de fondo que garanticen la seguridad.
Como era de esperar luego de conocerse los hechos ocurridos en el oriente de la ciudad, la Administración local y la Policía Metropolitana se reunieron para analizar la situación y ofrecer una millonaria recompensa que permita dar con el paradero de los autores del ataque armado que dejó a una mujer y dos hombres como víctimas mortales. Así mismo se anunció el aumento de patrullajes y del pie de fuerza en la que es una de las zonas más peligrosas de Cali.
Son medidas necesarias si se pretende mantener a la baja los índices de muertes violentas en la urbe, tal como sucedió en el 2024, cuando se logró una disminución del 7% en el número de homicidios. Sin embargo, las estrategias deben ser integrales, responder a las realidades de los sectores con mayor inseguridad y de la ciudad en general, que continúa padeciendo la presencia del crimen organizado, del narcotráfico, el microtráfico, la delincuencia común y los grupos armados ilegales que operan en la región.
Según las estadísticas del Observatorio de Seguridad de la capital del Valle, mientras en los primeros doce días del 2022 se presentaron 27 homicidios, en el 2023 la estadística reportó 31 crímenes en ese periodo de tiempo, número que disminuyó a 30 durante el 2024. En el 2025 fueron 35.
Que este inicio del año haya sido el más violento en los últimos años indica que los esfuerzos para adelantar los controles y garantizar la seguridad en la ciudad, hoy, no son suficientes. Preocupa además que los índices más altos de asesinatos, el 39 % -lo que equivale a 364 de los 934 homicidios ocurridos el año anterior-, se sigan concentrando en comunas como la 13, la 14, la 15 y la 21, es decir las de mayor vulnerabilidad social.
Ello quiere decir que a pesar de los planes e intervenciones que se adelantan tanto desde la Fuerza Pública, encargada de reprimir el crimen y garantizar la seguridad, como desde las diferentes dependencias de la Alcaldía, responsable de ayudar a reducir las brechas y brindar más oportunidades, los resultados están lejos de ser los que se esperan.
La criminalidad en Cali tiene orígenes complejos y diversos, por ello las soluciones requieren de un enfoque integral que incluya tanto el componente policial como la prevención y la inclusión social. Solo a través de un trabajo conjunto y sostenido se podrá revertir la cifra de homicidios de este comienzo de 2025 en la capital del Valle y lograr el objetivo de tener menos de 900 homicidios al finalizar el año. Hay que actuar desde ya.