Gustavo Bolívar, uno de los principales escuderos del presidente Gustavo Petro, se quemó en su aspiración por la Alcaldía de Bogotá. En la capital colombiana el mandato de la ciudadanía fue contundente. La posibilidad de una segunda vuelta fue desechada cuando Carlos Fernando Galán, quien aspiró con el aval del Nuevo Liberalismo, alcanzó el 49% de la votación en el preconteo.
Le siguió Juan Daniel Oviedo, que lanzó una candidatura con firmas, y de tercero quedó Gustavo Bolívar, la apuesta del petrismo en esta contienda. La ciudad que tuvo como alcalde al hoy presidente, Gustavo Petro, y que le dio 1.7 millones de votos en primera vuelta el año pasado, rechazó al proyecto político, y al candidato, que el Pacto Histórico quiso llevar a la Alcaldía Mayor.
El propio Gustavo Bolívar reconoció su derrota: el partido tendrá que recoger sus pedazos y recomponerse si quiere tener alguna oportunidad en las elecciones de 2026. Tendrá así mismo que reconocer errores y entender que el de este 29 de octubre fue un voto de castigo por la forma como se vienen desempeñando en el poder.
“Quiero hacer un llamado a todo el progresismo de Colombia. Hemos cometido muchos errores, y tenemos que —y para esa tarea me comprometo— recorrer toda Colombia para recoger esos pedazos que quedan del Pacto Histórico, para volver a ser la primera fuerza de Colombia”, manifestó.
Luego, ante la pregunta de un periodista sobre lo que significaba esta derrota para el partido del presidente Petro, indicó:
“El país que creyó que el cambio se podía hacer en pocos meses y se ha desilusionado, es la verdad. Y de una u otra manera, pues siento un voto de castigo hacia el pacto histórico. Pero al final de cuentas, como sucedió en México y como ha sucedido en otros lugares, el Pacto Histórico se va a fortalecer, porque se van a empezar a ejecutar los recursos que se consiguieron con la reforma tributaria”.
Entre la escritura y la política
En la casa de dos pisos que funcionó como sede de campaña de Bolívar había un salón que antes utilizaron para capacitar a testigos electorales, y que en la noche del 29 de octubre retrató las primeras caras largas luego de conocer los resultados. En el segundo piso, en la zona en la que Bolívar reconoció públicamente su derrota, apenas había espacio para la prensa y los aliados políticos del alfil del petrismo.
Bolívar, al llegar, fue recibido en medio de abrazos y seguido por otras personas como el representante a la Cámara David Racero y la exministra de Salud Carolina Corcho. Corcho en la mañana lo acompañó a depositar uno de los más de quinientos mil votos que su candidatura recibió, una cifra que no alcanzó a ser la mitad de los que logró el ganador, Carlos Fernando Galán.
Gustavo Bolívar admitió abiertamente que su futuro profesional próximo estará relacionado con los libretos, los mismos que lo llevaron a la fama antes de entrar en la política, y que además hará lo que llamó un recorrido por toda Colombia para recoger “los pedazos del Pacto Histórico”, la coalición gobiernista que, según varios de sus mismos integrantes, se fragmentó de cara a los comicios regionales.
El reconocido libretista comenzó a escribir para la televisión en los años noventa, con la adaptación de una novela que había escrito a los 13 años, El precio del silencio. Empezó a especializarse en historias que, si bien, eran ficticias en su mayoría, tenían un alto componente de realidad y en especial del crimen y de negocios turbios.
Sus primeros libretos fueron El Candidato, en 1997 y El Cacique y la Reina, en 1998, pero después se centraría en historias más truculentas como ‘Pandilla, Guerra y Paz’ y ‘Sin tetas no hay paraíso’, obra de la que se harían varias versiones, ya no solo en Colombia sino para el mercado internacional.
Bolívar ha sido nominado en 5 ocasiones a los premios India Catalina como mejor libretista y ganó dos Premios TV y Novelas en la misma categoría.
*Con información de Colprensa.