Por Winston Viracachá, Especial para El País
Alias Alquiver, comandante del frente Alfonso Cano del Comando de Occidente de la Segunda Marquetalia, una de las disidencias de las Farc, es sobreviviente del bombardeo del Ejército al campamento del Mono Jojoy en el Meta, que acabó con ese líder de las Farc en 2010.
El también integrante de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico habla por primera vez a un medio de comunicación y advierte que la entrega “sanos y salvos” de tres guerrilleros de las autodenominadas disidencias del Estado Mayor Central es un aporte a la paz. También señala que la mesa de diálogos con el Gobierno Nacional no se ha instalado porque la exfiscal encargada Martha Mancera no firmó el levantamiento de las órdenes de captura de los nueve representantes de la llamada Segunda Marquetalia para esas negociaciones.
¿Quién es usted?
Mi nombre es ‘Alquiver’, hago parte de la Segunda Marquetalia, más específicamente de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, comandante del frente Jacobo Arenas e integrante de la dirección del Bloque Occidental Comandante Alfonso Cano.
¿Por qué volvieron a las armas después de haber firmado el Acuerdo de Paz en el 2016?
Hay un culpable y es el gobierno de Juan Manuel Santos. Nosotros no nos abrimos porque nos haya nacido ni por capricho; hay un responsable y es el gobierno Santos, por volver trizas y fallarle al pueblo colombiano y a la organización que estábamos en dicho proceso, en fallido proceso, por faltar a todo lo que se pactó.
Aparte de eso, le complementó el señor Iván Duque, que no le importó y lo acabó de dañar, faltando en todo el sentido de la palabra a lo que se propuso en dicho proceso, no solo en el tema de los combatientes, sino también en el agrario, donde se desconoció al campesino. De hecho, se conoce de más de 400 combatientes acribillados a balazos por diferentes factores. Entonces, no es capricho de nosotros haber vuelto a las armas.
Ustedes han aceptado negociar con el gobierno de Gustavo Petro, pero aún se ha instalado la mesa de diálogos. ¿Por qué?
Porque la Fiscal que estaba encargada hace parte de esa función de derecha uribista, entonces no permitió que se levantaran las órdenes de captura a los camaradas que están delegados para dicha función, para una reunión de mandos para ese tema. Ya se nombró a la nueva Fiscal, entonces esperamos que la doctora, que es persona idónea para contribuir al proceso de paz, levante esas órdenes de captura. Nosotros estamos dispuestos, ahora la demora es del Gobierno, que nos diga cuándo empezamos.
¿Cómo recuperar la confianza de los colombianos en el sentido de que esta vez sí van a cumplir, si se firma otro acuerdo?
Nosotros estamos dispuestos a cumplir, siempre lo hemos dicho. La credibilidad de la población civil se recuperará mediante el Gobierno y sus élites cumplan con lo que se pacte, con el desarrollo rural, la agricultura, formando industria, dando titulaciones de tierras al campesino, contribuyendo a formar industria en los campos rurales, donde más ha sido azotado el campesino por la violencia, y estamos para garantizar eso, porque está muy perdida la credibilidad en el Estado, pero siempre por sus medios buscan la forma de incriminarnos y echarnos el agua sucia. Eso se llevará a cabo, siempre y cuando el Gobierno y sus élites tengan la voluntad de cumplir lo que se pacte en esos temas.
Sometimiento a la justicia o ley de punto final, ¿qué piensa?
Sometimiento a la justicia, no, porque no somos un grupo delincuencial. Somos un ejército rebelde revolucionario, que venimos del mismo pueblo. No tenemos por qué someternos a la justicia, los que se someten a la justicia son los delincuentes. ¿Dónde están los delincuentes?: en las grandes esferas del Estado, inclusive en el Congreso, y a esa gente nadie la investiga. Tenemos razones y nos acoge el legítimo derecho a la rebelión armada.
Ley de punto final, tampoco, porque en Colombia hay una justicia. Aquí debemos responder todos, no solo la insurgencia, sino el Estado, que también tiene sus acciones; grupos paramilitares Y delincuenciales. Entonces, para ninguna organización o grupo al margen de la ley, incluso el Estado, puede haber ley de punto final.
¿En el diálogo con el Gobierno se va a hablar de dejación o entrega de armas?
Ni dejación ni entrega. Hablar de eso sería cuando se cumpla mínimo el 80 % de lo pactado en un eventual acuerdo, porque las armas son las garantía para el cumplimiento de lo pactado. De lo contrario, volvería a pasar lo que pasó en el fallido proceso de paz con Juan Manuel Santos, en el 2016.
La dejación de armas fue algo que nos metieron, que nos enredaron en el antiguo Secretariado, sin haber ni siquiera salido al menos un porcentaje significante de los compañeros que estaban presos y aún están en las mazmorras del Estado. Desde que haya cumplimiento y la reestructuración que se requiere en el campo, que no tengamos las banderas de lucha para justificar el porte armas, podremos dejarlas a un lado, pero son nuestra garantía para que se llegue a ejecutar dicha firma.
¿Ustedes creen en la justicia colombiana?
¿Si nos someteríamos a la JEP? No. Somos una nueva organización revolucionaria, Segunda Marquetalia, desde 2016, por lo que tendría que haber una nueva justicia que nos acoja, porque la justicia que está hoy en día cojea para ser seria y responsable en los casos de los que estamos hablando.
¿O sea que ustedes creen en la JEP como su juez inmediato?
Nosotros, en un proceso, no nos sometemos a la JEP. La JEP, como se dice vulgarmente, tuvo muchos remiendos y llegó cojeando; no es la mitad de lo que se esperaba. Entonces, no nos sentiríamos representados por esa clase de justicia, tocaría crear una nueva justicia para un nuevo proceso.
¿Qué piensa del alto comisionado para la Paz, Otty Patiño?
Igualmente que a la nueva Fiscal, le deseamos muchas bendiciones y suerte en su proyecto. Nosotros lo miramos como una persona idónea y que puede dar frutos, porque tiene la experiencia, hizo parte de una organización revolucionaria y creemos que tiene toda la disposición, el conocimiento y el carácter para llegar a concordar en dicho tema.
¿Como comandante del bloque occidental Alfonso Cano apoya los diálogos regionales que propone el Gobernador de Nariño?
Nosotros, con todo lo que se trate de la paz, empiece donde se empiece, estamos de acuerdo, teniendo en cuenta que proponemos un diálogo a nivel nacional. Estamos de acuerdo con el doctor Luis Alfonso Escobar, quien está llamando a la paz, y a eso no podemos ser ajenos. La paz empieza desde los territorios.
Ustedes acaban de liberar tres personas que habían capturado en combate. ¿Es una prueba de que quieren la paz?
Desde la entrada del gobierno del doctor Petro hemos estado dando gestos de paz. No es el primero, son muchos, y, mientras existamos, vamos a dar gestos de buena paz, porque la razón de nosotros es la paz y participaremos desde las regiones con la comunidad y los líderes sociales en el proceso de paz, no solo guerrilla y Gobierno, porque los problemas estructurales empiezan en los campesinos. Nosotros somos campesinos alzados en armas, entonces no podemos desconocerlos, porque el día mañana esos otros campesinos van a ser guerrilleros, posiblemente.
En ese sentido, ¿qué mensaje le envía al Gobernador de Nariño?
Lo que siempre hemos dicho, lo que ha dicho el camarada Andrés Allende, el camarada Iván Márquez: que estamos para contribuir en la paz en lo que se pueda, pero es desde los territorios, también apoyando con escuelas, salud, con educación en el tema de la cultura, no solo metiendo Fuerza Militar y Policía para erradicar la coca, que no es la solución.
Se asegura que varios comandantes de la Coordinadora Guerrillera del Pacífico son investigados por delitos relacionados con el narcotráfico, ¿qué tienen que ver ustedes con envíos de droga a Estados Unidos?
Los líderes revolucionarios de Colombia y el mundo hemos sido objeto de miles de acusaciones y calumnias por parte de la Inteligencia, de la Fuerza Pública, del Gobierno, de los medios de comunicación, donde nos acusan de todo un poquito, sin ni siquiera investigar.
Les queremos decir que no somos narcotraficantes, no exportamos coca a ninguna parte del mundo. Es sencillamente un negocio de la CIA y la DEA, de sus secuaces, para poder recriminarnos. Ninguno de nuestros jefes está involucrado en tema de coca, vivimos del impuesto que se le hace a los que verdaderamente son los narcotraficantes. Como revolucionarios, no nos compete ese tema, son miles de calumnias y acusaciones que siempre han hecho para dañarños la imagen.
¿Le temen a la extradición?
No es que le temamos a la extradición, es que no miramos por qué. Nosotros tenemos que responderle al pueblo colombiano, a una autoridad colombiana, siempre y cuando haya una nueva justicia, que sea seria, responsable y se adapte a las circunstancias. No tenemos nada que ir a responder por allá, porque nunca hemos enviado ni somos narcotraficantes.
¿Qué objetivo tiene la alianza de ustedes con el ELN?
No es que sean alianzas, nosotros, al que respeta, lo respetamos, y no nos conviene ni queremos vivir en guerra con todo el mundo. Necesitamos que en las agrupaciones revolucionarias que estén en nuestro territorio prevalezca la paz y cese la violencia, que se viva tranquilidad, para que haya desarrollo.
¿Qué motivó el enfrentamiento con el autollamado Estado Mayor Central?
Eso mismo le preguntamos al señor Iván Losada. Nosotros nunca le hemos declarado una guerra al Estado Mayor Central de las Farc. Los hemos visto con respeto y, si en algún momento nos han visto como enemigos o existe cierto rencor por la degradación de la guerra que ha habido, lo miraremos con un ojo educado. Nos referimos al señor Iván Losada con respeto y a sus combatientes les respetamos la vida y los volvemos, para que regresen al seno de su familia.
Nosotros hemos sido reiteradamente atacados por ellos, son los que han venido buscando problemas en todos lados, buscando acaparar territorios, asesinando civiles. Nosotros no les declaramos la guerra.
Todo empieza en el 2021 en Suárez, Cauca, donde asesinan a cinco personas vilmente, indefensas, por ser amigas de nosotros. Eso es más bien un tema de orgullo del señor Losada, de poder, irresponsabilidad, delirios de persecución, de creer que es el máximo revolucionario capaz de todo, pero no mira que sus desesperaciones, su forma de hablar y sus actos no lo dejan ver como un revolucionario; hay niveles de niveles, no podemos comparar la trayectoria política, militar, cultural, educativa y propagandística del camarada Iván Márquez con Iván Losada.
Si la economía de la hoja de coca está en crisis, ¿por qué hay disputas de sangre y fuego en los territorios?
Esa disputa existe en la boca y en la mente de los que miran los medios de comunicación tradicionales; se la inventaron ellos. Esa disputa por corredores de coca no existe. La disputa es del Gobierno y, en su tiempo, los paramilitares, por quitarle más de seis u ocho millones de tierra a los campesinos para sus proyectos, dejando al campesino en el abandono. Es una disputa a sangre y fuego contra el campesino del Gobierno, que es el directo responsable y con los que están disputando territorio. Nosotros no estamos disputando territorio.
Han dicho que el negocio del narcotráfico está fracasado y que la hoja de coca no sirve. Dijo el Presidente que vale más el huevo, ¿entonces nosotros porque seguimos en las armas si supuestamente el deber ser de nosotros el narcotráfico y la coca está en crisis? Porque el propósito y la lucha de nosotros no es eso, es lo que le he dicho anteriormente.
¿La Coordinadora Guerrillera del Pacífico no ha contemplado un cese multilateral de fuego para evitar más desplazamientos y confinamientos en Nariño?
Somos los más interesados y hemos sido los más reiterativos en ese tema del cese al fuego multilateral. En algunos documentos hemos llamado al señor Iván Losada o al Estado Mayor al cese al fuego multilateral, porque sí estamos empeñados en que la comunidad viva tranquila, no en seguir matándonos con esos muchachos que no sabemos quiénes son, que nunca conocimos antes y ahora estamos matándonos por capricho de su jefe. Tenemos claro porque lo hacemos, pero un muchacho de esos no tienen claro ni que es un estatuto ni un reglamento de régimen disciplinario.
Somos los más interesados y siempre lo hemos propuesto, pero ahora el señor Avendaño y Calarcá salen tirándoselas de héroes, de originales y protagonistas. Es decir, que una restricción acaba con sus principios y eso es ilógico, porque lo que debe acabar con los principios es que haya guerra, con los principios de la humanidad, de todo el mundo.
En un eventual diálogo con el Gobierno, ¿cómo quedaría la gobernabilidad de las zonas donde ustedes hoy tienen marcada presencia político militar?
Por eso planteamos que los líderes tienen que estar preparados. Además, no vamos a salir de los territorios, estamos trabajando, luchando por el territorio y para la gobernabilidad están los líderes. Tiene que seguir igual, pero trayendo lo que el campesinado reclama, porque si hay educación, cultura, empresas e industria, la gobernabilidad va a ser fácil y fuerte para todos.
¿Qué propuestas concretas van a llevar a la mesa de diálogos con el Gobierno?
Las propuestas son sencillas. No queremos desarmar un mamotreto de 500 o 3200 hojas, solo lo que realmente es esencial, lo que aqueja a las comunidades y lo que necesitamos, que son las cosas que nos han llevado a portar las armas. Está el tema jurídico, el agrario, que tenemos el programa agrario de los guerrilleros, la plataforma bolivariana de lucha, allí está todo explícito en materia de nuestras propuestas.
¿Se ha contemplado la presencia de ‘Iván Márquez, en la mesa de diálogos, una vez se instale oficialmente?
El camarada ‘Iván Márquez’ es nuestro líder, nuestro referente y va a estar asesorando posiblemente presente en la mesa. Él está en perfectas condiciones, listo para aportar en al proceso y en perfecto estado.
¿¿Finalmente, ¿qué piensa el reclutamiento en menores, lo hace la Coordinadora Guerrillera el Pacífico?
La Coordinadora Guerrillera el Pacífico como tal, no. Por eso denunciamos el reclutamiento de menores. Aquí queremos gente adulta, no estamos de acuerdo ni nos vamos a prestar para eso.