Gustavo Petro fue elegido como el presidente de Colombia. Se hacía mucho optimismo en el país que por primera vez, un gobierno de izquierda fuera el encargado de estar en la Casa de Nariño por los próximos cuatro años. Doce meses después, según algunas encuestas encontradas, el pesimismo ronda el 59%. En su primer semestre, el Gobierno Nacional aprobó la reforma tributaria progresiva, restablecer las relaciones diplomáticas con Venezuela y sentarse a hablar, como también hacer alianzas, con antiguos enemigos políticos.
No obstante, en el segundo semestre, las cosas cambiaron de manera radical el pensamiento de los colombianos. No arrancaron los ceses al fuego de la paz total, la coalición del gobierno se hizo trizas con la reforma a la salud y las declaraciones de antiguos aliados y del hijo del presidente propiciaron una herida en su mandato. Gustavo Petro también ha tenido encontronazos con el fiscal, quien ha sido un claro opositor) y también con algunos medios de comunicación.
Este lunes 7 de agosto, Gustavo Petro cumple un año en la presidencia de la República y se vienen semanas claves para recuperar el impulso político, mientras que se sigue desarrollando el escándalo de su hijo y algunos conflictos internos que lastran la gestión del mandatario del Pacto Histórico. Es por eso, que a continuación presentamos un balance de lo que ha sido este mandato en el primer aniversario y el cómo se encuentra en la actualidad.
José Antonio Ocampo y una calma a la economía nacional
Para generar calma a los mercados y cuidar la economía del país, Gustavo Petro nombró a José Antonio Ocampo como su ministro de hacienda. Él es un economista socialdemócrata que ha tenido un gran respeto a nivel internacional. “Es una persona seria, una persona que inspira confianza”, dijo entonces el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios, el mayor gremio empresarial. Ocampo presentó una reforma tributaria en el primer día del Gobierno, el 8 de agosto, que la coalición oficialista en el Congreso aprobó en solo tres meses.
Esta reforma progresiva aumentaba el recaudo con impuestos para los más ricos, especialmente en el sector petrolero y cumplía con que el estado tuviera más dinero para financiar las reformas sociales. De igual manera, Ocampo mantuvo la calma ante la inflación y la subida del dólar. En una entrevista con El País, afirmó que “Logré bajar casi cuatro puntos porcentuales las tasas de interés de deuda pública en pesos”, dijo cuando salió del gabinete en mayo. Su sucesor, Ricardo Bonilla, ha cuidado esa calma que Ocampo plantó.
Se restablecieron las relaciones con Venezuela y Estados Unidos
Otra de las decisiones que ha tomado Gustavo Petro fue restablecer las relaciones con Venezuela. Incluso, se reunió con Nicolás Maduro, con quienes había cortado relaciones desde hace seis años. En esas reuniones han acordado que equipos de investigación colombianos puedan buscar restos de personas desaparecidas por paramilitares en Venezuela. Además, de que el gobierno Maduro acompañe el proceso de paz con la guerrilla del ELN.
Ambos países se beneficiaron económicamente cuando se reabrió la frontera. De igual manera, Gustavo Petro fue un fiel intermediario entre Estados Unidos y Venezuela. En muchas ocasiones, Petro Urrego se ha reunido con el presidente Joe Biden y se volvió a reiterar que se considera urgente cambiar el enfoque de la guerra contra las drogas. Ambos acordaron cooperar en la protección del medio ambiente y en particular en la Amazonía.
“Espero que podamos profundizar la cooperación mutua”, dijo Biden tras la reunión. Poco tiempo después, uno de los grandes logros que pudo presentar la presidencia fue una baja considerable en deforestación: un 29% de hectáreas destruidas menos en 2022 que en 2021.
Reforma a la salud que generó discordia
Cuando se presentó la reforma a la salud en el mes de febrero, las cosas comenzaron a cambiar. Varios de sus ministros protestaron y eso comenzaría a generar divisiones profundas en el gabinete donde estaban enfrentadas dos visiones. La de la ministra de Salud Carolina Corcho, quien defendía la eliminación de las EPS y que fueran reemplazadas por un aseguramiento público. La otra visión fue la de Alejandro Gaviria, que estaba en la cartera de educación, quien se oponía firmemente a la eliminación de las EPS por la ineficiencia que esta podría generar.
Conservadores, liberales, miembros del partido de La U se rebelaron y la coalición en el Congreso se fue quebrando. La iniciativa solo superó un debate de los cuatro que enfrenta, por lo que Petro le pidió la renuncia a Gaviria por su oposición a la reforma y dos meses después, se la pidió a Corcho, por las resistencias que generaba. De aquí también salieron José Antonio Ocampo y Cecilia López, en parte, por sus críticas a esa reforma. En total, Petro sacó a 11 de sus 18 ministros iniciales, algo inusual para un presidente en su primer año, y un símbolo de inestabilidad.
Golpes fuertes y cercanos: escándalos de Armando Benedetti y Nicolás Petro
De los golpes más fuertes que ha recibido el Gobierno Nacional en este primer año, se dio gracias a personas cercanas a él. Primero por el exembajador en Venezuela Armando Benedetti y recientemente por su hijo mayor Nicolás Petro. Ambos fueron centrales en la campaña presidencial del mandatario en la costa Caribe y ambos han sido señalados en audios filtrados y ante la justicia, pues a las arcas de la campaña de Gustavo Petro se recibió más dinero del que debían y del que reportaron.
Benedetti tuvo una pelea con la exjefe de gabinete Laura Sarabia. Ahí se filtraron unos audios en el que él le recordaba que había conseguido 15.000 millones de pesos para la campaña y expresó que “en el momento en que yo diga quién dio la plata aquí en la Costa, yo sé que es esa mondá, tú que no sabes un culo de historia, lee cómo empezó el hijueputa 8.000″. En dichos audios señalan una violación a los topes para financiar la campaña, sino que el dinero pudo venir del narcotráfico.
En los últimos días revivió toda esta polémica. Esto se debe a que Nicolás Petro, hijo mayor del presidente, dijo a la Fiscalía General de la Nación que el dinero entró de manera ilegal a la campaña. Su expareja, Days Vásquez, lo acusó de recibir y quedarse con millones de un exnarco y otros ‘donantes’ para la campaña. Gustavo Petro afirmó en su momento que él no crió a Nicolás. No obstante, el escándalo sigue en pie y con muchas polémicas por resolver.
Paz imparcial
Gustavo Petro ha tenido a la paz como una de las banderas de su gobierno y es por eso que ha estado comprometido por acabar la guerra y ha estado intentando darle un nuevo enfoque a la fuerza pública. El mejor momento fue reluciente cuando impulsó una alianza entre el ejército y grupos indígenas para que buscaran, durante más de 40 días, a cuatro niños perdidos en la selva amazónica. Una hazaña de película por cuyos derechos ahora compiten las grandes productoras del mundo.
Gustavo Petro siempre ha estado dispuesto a sentarse a dialogar con los grupos armados. No obstante, la Paz Total no ha podido arrancar del todo. Con muchos grupos ilegales, el presidente anunció el cese al fuego, pero no se pudo materializar y es que el ELN salió muy rápidamente a desmentir. Este proceso avanza a nivel de tortuga, pues pese a que con el ELN se llegó a un cese al fuego, con las disidencias de las FARC o bandas urbanas como los Shottas y los Espartanos de Buenaventura, las cosas avanzan de una manera lenta.