“Es un nuevo golpe para el uribismo y el Centro Democrático, porque varios de sus más importantes dirigentes han estado incursos en escándalos. No solo la campaña de Zuluaga habría recibido dineros ilegales, sino también la de Santos, hecho que aún no se ha investigado. Es un capítulo más de la infortunada saga de corrupción y política que agobia a los colombianos”.
Así se refirió el analista político John Mario González, al escándalo que salpica a Óscar Iván Zuluaga, luego de que la revista Semana revelara unos audios que dejan en claro que el excandidato presidencial sabía del ingreso de dineros de la multinacional Odebrecht a su campaña, en 2014.
Los audios son parte de una conversación entre el ex aspirante y el exdirector de Invías Daniel García Arizabaleta, quien pasó de ser uno de los aliados del también exministro, al testigo estrella en su contra, al haber grabado las conversaciones que hoy se encuentran en manos de la Fiscalía.
“Hay que recordar que en la pasada campaña no hubo un candidato presidencial del Centro Democrático, dado que la asociación con dicho partido se estaba convirtiendo en una rémora y hasta Uribe tuvo que silenciarse en Twitter por varios días. Además, el testigo principal, García, es nada menos que un protegido del expresidente”, observó González.
De hecho, el mismo Uribe ha reconocido lo que este ‘golpe’ podría significar para su colectividad.
Sin embargo, hay quienes aseguran que este nuevo episodio no nubla la figura de Álvaro Uribe ni afecta su credibilidad en el país.
“A lo largo estos 25 años, el exjefe de Estado ha sido una figura relevante en la política colombiana. Ha sabido reinventarse permanentemente, entonces no sale debilitado de esta polémica, buscará victimizarse y, de alguna manera, omitir las responsabilidades políticas que les corresponderían”, analizó el politólogo Alejandro Echeverry.
Para él, “si se leen las declaraciones de Uribe y sus alfiles, del expresidente demuestra que son responsabilidades personales y no colectivas o políticas asociadas a su figura. En ese sentido, el uribismo no sale debilitado, sino que se mantiene vigente su figura”.
Lo cierto es que figuras destacadas del uribismo, como la senadora Paloma Valencia, comenzaron a desmarcarse de Zuluaga: “La rectitud es una sola: el respeto por la ley. Quien incumple la ley debe ser sancionado. Este es un principio al que sigo y seguiré apegada, sin excusas y sin justificaciones”, dijo la congresista caucana a través de su cuenta de Twitter.
Asimismo, el exsenador José Obdulio Gaviria indicó: “Me parece que haber engañado al expresidente Uribe como me consta a mí que lo engañó, da mucho dolor”.
De otro lado, sobre el Centro Democrático, el politólogo Echeverry mencionó que desde que el exsenador se retiró del liderazgo de la colectividad, “esta ha intentado reconfigurarse, pero ha sido difícil. Hay figuras notables como María Fernanda Cabal y Paloma Valencia, pero no han logrado fortalecer o unir al partido, como se vio en las presidenciales”.
“Hay que ver cómo se recompone el movimiento en el orden regional, pero el partido está en reestructuración y debe buscar nuevos liderazgos y desprenderse de la figura de Álvaro Uribe”, finaliza Echeverry.
Llamado a declarar
La Fiscalía General de la Nación citó para el próximo 10 de julio al excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, para la imputación de cargos por el escándalo de corrupción de Odebrecht.
Ese día, el ente investigador acusará al dirigente político de los cargos de “falsedad en documento privado, fraude procesal y enriquecimiento ilícito de particular”.
El llamado de la justicia llega tras los audios revelados por la revista Semana que confirman las sospechas sobre la financiación de la campaña presidencial de Zuluaga.
Según la Fiscalía, en 2014 el ex aspirante se reunió en varias ocasiones con Eleuberto Martorelli, exdirectivo de Odebrecht en Colombia, al parecer, para pactar aportes de la multinacional para pagar la gestión publicitaria de Jose Eduardo Calcanti de Mendoça.
El escándalo también cobijaría al hijo de Zuluaga, David, a quien la fiscalía le imputará el delito de “fraude procesal”.