Por Redacción de Colprensa
A pocos días de que acabe el año, el presidente de la República, Gustavo Petro, parece estar muy molesto con los miembros de su gabinete por la falta de resultados que evidencian tras 16 meses de gestión.
He ahí el motivo de fondo por el cual los citó a lo que denominó ‘Sesión de planeación estratégica’ de cara al 2024, y que no fue más que una rendición de cuenta de sus ministros hacia él.
A estas reuniones –llamado cónclave– asistió no solamente la cabeza de cada cartera, sino también representantes de las entidades que son clave para el Gobierno Nacional y, según ha trascendido, hubo unos cuantos regaños hacia varios de ellos.
Sobre el director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Iván González, cayó uno; también sobre el ministro de Transporte, William Camargo, y sobre la de Educación, Aurora Vergara, a quien incluso habría tildado de “incompetente”.
Y aunque era un secreto a voces que su molestia radica en que siente que su programa de gobierno no se está cumpliendo a cabalidad, con el discurso que pronunció el pasado jueves en Ibagué –en el que además advirtió que la ultraderecha no podría tomarse de nuevo el poder– lo confirmó.
El Mandatario puso el ejemplo del sector educativo, pero dio a entender que tal queja aplicaba a más de uno. “Quién lo creyera, algún día escribiré de eso –prometió– el esfuerzo que me ha tocado hacer durante este año para que mis propios funcionarios, las burocracias que durante todo este siglo han puesto los uribistas, muevan los papeles para que la educación sea gratuita”, sostuvo corroborando la teoría que se ha señalado acerca de que hay soledad en el poder.
“Es como si uno solo se pusiera a mover un elefante a ver si avanza”, insistió Petro y lamentó que “no había ni siquiera una institucionalidad en el Ministerio de Educación para cuidar la universidad pública”, lo que se ha prestado para que lo traten de “bruto” por elevar tal propuesta.
Acto seguido, criticó la manera en la que se otorgan los contratos en esa dependencia: “¿Ustedes creen que en el Estado hay funcionarios capaces siquiera de diseñar como arquitectos una sede universitaria? Todo lo volvieron espacio para contratar privados, para cualquier lado que uno mire en la Administración Pública solo hay negocios, nunca hay solidaridad”.
Pedidos sin miel
La realidad es que los mismos ministros lo tienen claro: en cualquier momento pueden salir del gabinete.
De hecho, Luis Fernando Velasco, titular de la cartera de Interior y uno de los hombres más cercanos al Jefe de Estado y de quien se ha rumorado en varias ocasiones que podría ser separado del cargo, esta semana les dijo a los medios de comunicación que tiene muy claro que el contrato de un ministro se renueva cada 24 horas.
Incluso, admitió que Petro les está hablando con respeto, pero también con “honestidad”: “Cuando uno tiene la responsabilidad con 50 millones de ciudadanos, de llevar buen servicio en salud, educación, seguridad y que haya una infraestructura que le sirva al país, pues uno tiene que exigirle al equipo que tiene que hacer todas esas tareas y que las cosas se hagan bien”.
Y añadió: “Si quien coordina ese equipo siente que en algún sector hay alguna dificultad, pues lo tiene que decir sin miel”.
En este sentido, el principal pedido es avanzar en la ejecución presupuestal, tal y como les había indicado hace unos meses atrás, cuando sentenció: “Ministro que no ejecute, se va”.
Más adelante, en noviembre pasado, envió una directiva presidencial en la que les ordenó a los miembros de su gabinete ejecutar directamente, evitando acudir a otras entidades que actuaran en calidad de intermediarias.
Porcentaje de ejecución
Pero lo cierto es que ni la propia Presidencia de la República se salva de la baja ejecución.
Según cifras del Sistema Integrado de Información Financiera, Siif, de la Nación, esta dependencia solamente ha desarrollado el 4,67, el porcentaje más bajo de todo el Ejecutivo.
Le sigue el Departamento Administrativo de Planeación Nacional, con un 38,95 % d ejecución; el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, con un 46,18 %; el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, con un 48,92 %, y el Ministerio de Deporte y Recreación, con 56,49 %.
De ahí en adelante, las demás entidades del orden nacional superan los 60 puntos percentiles, pero no dejan de estar rezagadas.
Es así como el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio entregó reportes de una ejecución del 61,75 %; el del Interior, de 63,8 %; el de Ciencia, Tecnología e Innovación, de 64,4 %; el de Agricultura y Desarrollo Rural, de 64,46 %; el de Justicia y del Derecho, 68,58 %; el de Comercio, Industria y Turismo, de 69,14 %; el de Trabajo, 72,96 %; el de las Culturas, las Artes y los Saberes, de 73,73 %; el de Transporte, de 74,53 %; el de Hacienda y Crédito Público, de 80,57 %.
De igual forma, el porcentaje de ejecución del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones fue de 84,49 %; el de Igualdad y Equidad, de 85,86 %; el de Relaciones Exteriores, de 86,99 %; el de Defensa Nacional, de 88,72 %; el de Salud y Protección Social, de 94,3 %, y el de Educación Nacional, de 97,64 %.
Entre otras entidades y dependencias de orden nacional, el Servicio de la Deuda Pública figura con un 95,26 % de ejecución y la Fiscalía General de la Nación, con un 93,07 %, liderando así el ranking.
Lo anterior, traducido a dinero, se vislumbra así: el Presupuesto General de la Nación, PGN, de 2023 fue aprobado por un monto de $ 405,6 billones y se le añadieron $ 17,6 billones, para un total de $ 423,2 billones, de los que se ha ejecutado el 79,4 %.
Más a detalle, según el Informe de ejecución del PNG, del Ministerio de Hacienda, a corte de noviembre pasado se habían comprometido $ 362,7 billones (85,7 %), se obligaron $ 336,1 billones (79,4 %) y se pagaron $ 332,3 billones (78,5 %).
Y, según los expertos en la materia, el presupuesto que no se ejecuta significa tiempo y gestiones perdidas.
El director de Transparencia por Colombia, Andrés Hernández, se lo explicó a Colprensa en su momento con las siguientes palabras: “Si a ti, como entidad, te dieron 100 pesos y al final solo ejecutas 50, no quiere decir que los otros 50 los puedas gastar después. Tienes que volver a hacer un proceso de planeación y presupuestación para la asignación de recursos el año siguiente”.
Con miras al 2024
Durante el año entrante, el Gobierno Nacional contará con una chequera abultada, gracias a la reforma tributaria aprobada en el 2022 y al presupuesto general, que asciende a los 503 billones de pesos, con un aumento del 19% con respecto al año anterior.
Se trata, además, del primer Presupuesto General de la Nación de la Administración liderada por el presidente Gustavo Petro, ya que los recursos con los que trabajó el año que está por terminar fueron aprobados en el 2022.
De los más de $500 billones que se aprobaron para la próxima vigencia, $94,5 billones serán destinados al pago de deuda, $ 308,2 billones corresponderán a los gastos de funcionamiento y $99,8 a la inversión.
Siendo así, los ministerios que recibirán más dinero serán los de Educación ($ 70,4 billones), Salud ($ 61,5 billones), Defensa ($ 56 billones), Hacienda ($ 47,5 billones) y Trabajo ($44,3 billones).
Y, como resultado del cónclave que el Ejecutivo tuvo en pleno la semana anterior, desde la Casa de Nariño se ha asegurado que cada una de esas dependencias ya tiene una instrucción clara por parte del Jefe de Estado para hacer las cosas cada vez mejor.