Desde este jueves, los congresistas entran oficialmente a un receso en el Congreso y retomarán labores en un mes exacto, es decir, el próximo 20 de junio, y aunque fueron varios los proyectos aprobados en esta última semana, algunos sectores aseguran que al gobierno de Gustavo Petro le quedó un sabor agridulce en el cierre de la legislatura.
Esta afirmación está directamente relacionada con el hundimiento de la reforma estatutaria a la educación en el Senado, la cual tiene tres ponencias, una del gobierno, otra que es de senadores de la oposición y una tercera que se radicó el lunes por el senador Liberal Jaime Amin, lo que hizo imposible encontrar un acuerdo así como sucedió hasta el tercer debate cuando alcanzó una votación de todas las bancadas.
En tanto, el presidente del Senado, Iván Name, anunció que ante la imposibilidad de encontrar consensos, la reforma a la educación no iría en el orden del día de este jueves, por lo que se hundió.
Pero durante el periodo legislativo, este proyecto de ley estatutaria no fue el único que se hundió, pues la reforma a la salud tampoco fue debatida en la Comisión Séptima del Senado, uno de los proyectos que más costo político le ha costado a Petro, porque en dos oportunidades ha naufragado.
Y como si fuera poco, esta legislatura estuvo manchada por la corrupción y los escándalos, especialmente por las denuncias del exdirector de la Ungrd, Olmedo López, y el exsubdirector, Sneyder Pinilla, quienes señalaron que el Presidente el Senado recibió 3000 millones de pesos de la entidad para empujar las reformas de Petro.
Al igual que el presidente de la Cámara, Andrés Calle, quien habría recibido un valor de 1.000 millones de pesos con el mismo objetivo. Y hasta el presidente de la Comisión de Acusación, Wadith Manzur, resultó salpicado en el escándalo.
Con todo y ello, el gobierno encabezado por Gustavo Petro logró la aprobación en cuarto debate de la reforma pensional y aprobar en primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara la reforma laboral.