La decisión del comandante de las Fuerzas Militares, almirante Francisco Cubides, de acabar con las Fuerzas de Tarea Conjunta y destinar los Comandos Conjuntos a actividades de asesoría ha generado polémica en los últimos días.

Con la resolución, expedida el pasado viernes, 1 de noviembre, dejan de operar las fuerzas de tarea Omega, Titán, Hércules, Marte y Quirón y los comandos específicos Caguán, Oriente y Cauca.

Almirante Francisco Hernando Cubides, comandante General de las Fuerzas Militares. | Foto: Guillermo Torres Reina - Revista SEMANA

Por su parte, los comandos conjuntos del 1 al 5, que operaban en los departamentos de Antioquia, Atlántico, Arauca, Casanare, Caquetá, Putumayo y Chocó, entre otros, cumplirán ahora funciones de asesoría.

La decisión se venía considerando desde el nombramiento de Cubides como comandante de las Fuerzas Militares, pues había manifestado que cada fuerza debería operar de manera independiente. Y, aunque el Ministerio de Defensa dio su aval al cambio de estrategia de las Fuerzas Militares, la reestructuración ha generado un álgido debate.

El general (r) Eduardo Zapateiro, quien comandó el Ejército Nacional, advirtió que la reestructuración podría debilitar las capacidades y la respuesta operacional de las Fuerzas Militares. “El daño causado a la seguridad nacional es muy alto... Es un cambio en reversa, es retroceder en la doctrina conjunta”, aseguró el excomandante en una columna publicada en Semana.

En esto coincidió el mayor (r) Jorge Castillo, experto en inteligencia, quien aseguró que la coordinación de operaciones se complicaría a falta de liderazgo.

“El dominio terrestre lo tenía el Ejército, la Armada estaba con los océanos y ríos, y la Fuerza Aérea con todo el espacio aéreo. Los comandos conjuntos y las fuerzas de tarea conjunta tenían una mayor articulación de las fuerzas”, sostuvo.

Tras la decisión, dejan de operar las fuerzas de tarea Omega, Titán, Hércules, Marte y Quirón. | Foto: Colprensa-Diego Pineda

Juan Carlos Pinzón, exministro de Defensa, fue otra de las voces que se sumó a los cuestionamientos, al considerar que, con esta decisión, los grupos criminales ganarían presencia en los territorios.

“Desactivar el trabajo conjunto de las Fuerzas Armadas es una señal de incapacidad del Estado y señala que las Fuerzas Militares y la Policía hoy no tienen los equipos ni los hombres suficientes y ni la capacidad operativa adecuada para proteger a los colombianos y garantizar el Estado de derecho”, apuntó en su cuenta de X.

No obstante, otros expertos consideran que este cambio de estrategia era una necesidad para la Institución. “La pérdida de control territorial, el fortalecimiento de los grupos armados, la incidencia de las economías ilegales y el debilitamiento de la fuerza pública”, son algunas razones que dieron origen a este replanteamiento, según el general (r) Guillermo León León, excomandante de la Fuerza Aérea,.