Con una contundente mayoría se aprobó una resolución de Naciones Unidas que exige un alto el fuego inmediato e incondicional en Gaza y la liberación inmediata de los rehenes.
La iniciativa fue liderada por Jordania y ella se le pide a las partes que cumplan el derecho internacional humanitario. Esto, por supuesto, incluye la entrega de ayuda humanitaria y el acceso a los servicios esenciales en la Franja de Gaza de forma “continua, suficiente y sin obstáculos”.
La ONU aclaró que “esta resolución no es legalmente vinculante, pero tiene peso político”, y es que 120 países votaron a favor, entre ellos Colombia.
Es importante mencionar que la resolución venía copatrocinada por casi medio centenar de países, en los que estaban incluidos los árabes y los musulmanes, “pide una tregua humanitaria inmediata, duradera y sostenida, que conduzca al cese de las hostilidades”.
Asimismo rechaza el traslado forzoso de la población civil palestina, y exige la liberación inmediata e incondicional de todos los civiles que están cautivos “ilegalmente” y un “trato humano” para ellos.
“Colombia, con 120 países del mundo, la inmensa mayoría, vota por un cese de hostilidades en el medio oriente. Solo 14 países votan en contra. Silencio en el discurso de Israel y aplauso nutrido para el de Palestina, el mundo habla”, manifestó el presidente, Gustavo Petro.
De igual forma, y en otra publicación, el mandatario colombiano aseguró que solo dos países latinoamericanos no votaron a favor del cese al fuego en la Franja de Gaza.
“Solo Guatemala y Paraguay, en Latinoamérica, se han alineado al lado de la masacre en Gaza. Aquí querían los que aplauden bombardear niños que estuviera el nombre de Colombia”, posteó el presidente Petro en su cuenta de X (antiguamente Twitter).
Por su parte, el representante israelí ante la ONU, Gilad Erdan, tildó de “infamia” la aprobación del texto porque no condena expresamente a Hamás. “Todos hemos sido testigos de que la ONU ya no tiene ni un ápice de legitimidad o relevancia”. “Es una vergüenza”, concluyó.
Exultante, su homólogo palestino, Riyad Mansour, dijo a la prensa: “Lo logramos, pero solo es el primer paso”, ya que “tenemos que maximizar nuestros esfuerzos y energía para parar la guerra” contra los palestinos y prometió que “seguirán llamando a la puerta del Consejo de Seguridad”, que rechazó cuatro resoluciones en menos de dos semanas.
La representante de Estados Árabes Unidos, Lana Nusseibeh, cuyo país es uno de los 15 miembros del Consejo de Seguridad, anunció a su lado que con la “autoridad moral” que acaba de insuflar la Asamblea General, tratarán de “desbloquear la situación que ha impedido que el Consejo se pronuncie sobre este asunto”.
Antes de la votación, el embajador de Pakistán, Munir Akram, había explicado que el texto aprobado no nombraba a ninguna de las dos partes en el conflicto porque “si eres justo, si eres equitativo, no culparás a una parte y no a la otra”.
División
La resolución, que a diferencia de las que aprueba el Consejo de Seguridad no es de obligatorio cumplimiento, ha vuelto a mostrar las divisiones de la comunidad internacional, y en particular de la Unión Europea, sobre este viejo conflicto.
Estados Unidos, incondicional sostén de Israel, votó en contra, como lo hicieron algunos países de la Unión Europea, que la víspera abogó por habilitar “corredores humanitarios” e implementar “pausas” que permitan encaminar ayuda urgente a civiles en Gaza tras superar las divergencias y hallar una formulación de consenso sobre la crisis humanitaria en el enclave palestino.
Austria, Croacia, República Checa y Hungría votaron en contra de la resolución, junto con Guatemala o Paraguay.
A favor, votaron Rusia, China, Irán, Pakistán, Francia, Brasil, Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Cuba, El Salvador, Perú, España o Bélgica.
Se abstuvieron Alemania, Australia, Reino Unido, Italia, India, Grecia, Japón, Suecia, Uruguay o Panamá. Venezuela, que copatrocinaba la resolución, no ha podido votar al habérsele retirado el derecho a voto por falta de pago de su cuota a la ONU.
Por último, pide una solución “justa y duradera del conflicto israelo-palestino” sobre la base de la solución de dos Estados.
Con información de Colprensa y AFP