Tras la renuncia de su cargo como viceministro de Defensa, el General Ricardo Díaz, entregó declaraciones a la Revista Semana en las que señaló que se salió desilusionado del Gobierno nacional, tras haber creído en un proyecto político del presidente Gustavo Petro.
En medio de esta entrevista con la periodista y directora de la Revista Semana, Vicky Dávila, el exviceministro habló sobre un millonario contrato que salpica a la primera dama, Verónica Alcocer. Además, de declaraciones en las que se ven enredados el ministro Iván Velásquez, Juan Fernández, Ángela y Camilo Benedetti, Juan Manuel Santos, y los generales Mario Montoya y Javier Rey.
Entre las labores del exviceministro estaba la gestión de un presupuesto de 52 billones de pesos en el Ministerio, se encargaba de la parte académica de las Fuerzas Militares, el bienestar de las tropas y debía asegurar la defensa y la seguridad del país a través de las unidades orgánicas del Comando General de las Fuerzas Militares.
Sin embargo, cuando asumió el cargo de Viceministro, se le informó sobre la necesidad de adquirir helicópteros como apoyo logístico para el helicóptero presidencial y dos helicópteros para iniciar la sustitución de la flota de helicópteros UH-1N, que contaba con aproximadamente 60 años de servicio.
Le mencionaron una propuesta de tres helicópteros provenientes de un país aliado que podrían ser útiles para la Fuerza Aérea. Desde el principio, comenzaron a surgir presiones en torno a este asunto.
“Las presiones fueron de personas que se presentaron vinculadas con el Gobierno, ofrecieron dádivas para que se tomara en consideración la compra de los helicópteros. Me ofrecieron 700 millones de pesos para que la decisión fuera adquirir esas tres aeronaves”, señaló el general Ricardo Díaz.
El acercamiento lo realizó el coronel Eduardo Mejía, quien mencionó que colaboraba en conjunto con Camilo y Ángela Benedetti, hermanos del entonces embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, así como con Camilo Torres. Es importante señalar que estos hechos se registraron en septiembre de 2022.
“Me dice que él trabaja con estas personas que le acabo de nombrar y que hay 700 millones de pesos para que el Ministerio tome la decisión de comprar esos helicópteros (...). Él me dijo que la primera dama (Verónica Alcocer) tenía un interés particular en que esos helicópteros fueran adquiridos por el Ministerio de Defensa”, agregó el exviceministro, quien resaltó que le sorprendió esta solicitud y pidió a Mejía que no se volviera a tocar el tema con relación a comisiones, dádivas o dineros.
Frente al interés de la primera dama, a él le pareció muy extraño porque no era función de ella intervenir en asuntos relacionados con contratistas. Además, consideraba que se trataba de una actividad exclusivamente militar, que correspondía a la parte técnica de la Fuerza Aérea.
Después de su nombramiento como viceministro, comenzaron a surgir amistades a las que no estaban acostumbrados y en una ocasión, lo invitaron a un almuerzo.
“La citaron en el apartamento de Ángela Benedetti. A esa reunión iban a asistir Camilo Benedetti, Camilo Torres y (Carlos) Alberto Dada Barguil, exesposo de la señora Benedetti. Mi esposa no llegó a tiempo y hubo una molestia en las personas que asistían a esa actividad. En esa reunión determinaron que debían desprestigiar mi nombre y decir que me habían entregado 4.000 millones de pesos por la compra de las baterías antiaéreas Barak, de origen israelí”, agregó.
Posteriormente, el general se acercó al ministro Iván Velásquez en donde le explicó que le habían ofrecido dinero para la compra de helicópteros, pero como esa transacción no se había concretado, afirmaban que había recibido 4.000 millones de pesos por la adquisición de la batería antiaérea Barak, una decisión que había sido tomada por el comandante de la Fuerza Aérea y respaldada por el presidente de la república y el ministro de Defensa.
Además, proporcionó información y los nombres de las personas que habían comentado sobre el interés de la primera dama en la compra de las aeronaves. El ministro tomó nota de los nombres y, a partir de ese momento, comenzó a tomar medidas.
Es importante señalar que el esposo (hoy exesposo) de Ángela Benedetti, Juan Fernández, se acercó a él para abordar el tema de los helicópteros ofrecidos por el Gobierno de Catar y le mencionó que la primera dama tenía un interés particular en que se llevara a cabo la adquisición de dichas aeronaves.
Sobre la recomendación de Juan Manuel Santos, expresidente de Colombia, se trató de una empresa de aviación que ha proporcionado aeronaves, piezas de repuesto y servicios de mantenimiento a la Fuerza Aérea, la aviación del Ejército y la Armada durante un largo período. La representación de esta empresa está a cargo de la familia Montaño.
Después, recibió una llamada de una persona con la que había mantenido relación durante su servicio activo, quien le informó que el expresidente Santos le había solicitado que recibiera una comisión proveniente de Estados Unidos en nombre de la empresa Bell.
En la reunión, participaron funcionarios de la empresa estadounidense que insistieron en que se les otorgara prioridad para realizar el mantenimiento de los C-130. Según sus afirmaciones, este mantenimiento podría costar alrededor de 10 millones de dólares por cada aeronave.
“Se les dijo que esas reparaciones las hacía el personal técnico de la Fuerza Aérea, porque tenemos la capacidad para hacerlas y que los repuestos se compraban de acuerdo con el presupuesto. Al finalizar la reunión, uno de los norteamericanos, cuando se despidió, me dijo: “Nosotros sabemos quién es usted, general”. Entonces, le dije que si me estaba amenazando o si estaba haciendo algún tipo de observación. Me dijo: “No, nosotros sabemos quién es usted”. La molestia que tenían ellos era porque no se había definido que ellos hicieran ese tipo de reparación”, explicó el general en medio de la entrevista.