“No es novedad que un mandatario apele a una posible conspiración: la polémica por la financiación del Cartel de Cali a la campaña del entonces presidente Ernesto Samper conllevó a una línea de defensa basada en esta teoría. No obstante, el llamamiento que hace el Jefe de Estado en este caso puede tener mayores repercusiones de cara a la institucionalidad del país”.
Así lee Luisa Marín, docente experta en movimientos políticos y ética social de la Universidad de La Sabana, el mensaje que escribió Gustavo Petro en su cuenta de X, luego de conocer que en el Consejo Nacional Electoral, CNE, se radicó una ponencia para formular cargos contra su última campaña presidencial.
En efecto, el Mandatario primero escribió: “Ha comenzado el golpe blando” y en otro mensaje “invitó” al Pacto Histórico “a reunión de inmediato y a las fuerzas sociales del país a prepararse contra el intento de irrespetar el voto popular”. Además, dijo que “la democracia entra en emergencia” y llamó incluso “a los colombianos progresistas en el exterior a iniciar las campañas en el mundo contra el golpe de estado en Colombia”.
De inmediato, en el país se desató una nueva tormenta política en la que la senadora opositora María Fernanda Cabal le dijo al Jefe de Estado que “su elección ilegítima fue un golpe a la democracia y debe responderle al país en derecho” y le pidió “no más discursos baratos de víctima”, mientras que el representante oficialista Alfredo Mondragón invitó “al pueblo a tumbar el intento de golpe al Presidente”.
A las voces de rechazo se sumaron el senador David Luna, quien sostuvo que “ningún político se hace demócrata por repetir un millón de veces que es demócrata” y añadió: “Presidente: ya es hora de respetar las instituciones, la prensa y la ciudadanía crítica. Ya deje atrás ese cuento paranoico del ‘golpe blando’, enfrente lo que tenga que enfrentar en derecho”, y el expresidente Andrés Pastrana, quien escribió: “El golpe lo inició usted, con el ingreso de dineros ilícitos a su campaña y la evidente violación de los topes electorales fijados por ley. El golpe a la democracia continúa con la rampante corrupción en su gobierno”.
Sin embargo, desde Cartagena, el Mandatario insistió en que solo la Comisión de Acusaciones de la Cámara lo puede investigar y que lo anunciado por el CNE “es profundamente anticonstitucional y el inicio de un golpe de Estado en Colombia, y lo que nos corresponde es cómo vamos a responder: esto depende del pueblo, puede retroceder, atemorizarse, quedarse en sus casas; nos puede dejar solos, sería respetable, con tanta violencia que ha habido en Colombia, con tantas generaciones enterradas en la violencia. Si el pueblo se queda en su casa, arrasan contra el gobierno popular”.
Las miradas de los analistas
Precisamente la profesora Marín sostiene que la línea discursiva de Petro en torno a “esa supuesta conspiración y a una ‘ruptura institucional’ se ha vuelto más combativa en los últimos meses”, desde que empezó a inicios del 2023 a raíz de sus disputas con la Procuraduría, la Fiscalía de Francisco Barbosa, las manifestaciones de los sectores opositores y ahora la ponencia radicada por los dos magistrados del CNE, añadiendo que ese proceder “puede ahondar la tensión en las calles, entre sus seguidores y opositores, radicalizando a los primeros”.
“Y lo que más preocupa es que las decisiones que pueda tomar pongan en riesgo la institucionalidad del país, alimentad por las investigaciones en su contra y por el desgaste político al que se enfrenta por los demás escándalos de su gobierno”, precisa.
De su lado, el analista político Jhon Mario González sostiene que “el gobierno de Petro es ahora tan débil e ilegitimado, que sus llamados sugieren desespero y búsqueda del recurso de la fuerza y la confrontación, pero es tal la cantidad de veces que lo ha invocado, que sus exhortaciones parecen no tener suficiente eco o caer en vano”.