Con el reciente restablecimiento de las relaciones con Venezuela quedó a flote el abandono en el que están las instalaciones diplomáticas y consulares de Colombia en el vecino país, que estuvieron abandonadas por casi seis años.
Recientemente, en un documento de la Cancillería quedó consignado cuánto se tuvo que invertir en las reparaciones que requerían las sedes de la embajada colombiana en Caracas, la residencia del embajador y del consulado de Colombia en la capital venezolana.
Según el documento oficial, el monto para hacer las reparaciones es de 135.412 dólares, que al cambio actual equivale a unos 646 millones de pesos. Y aún falta invertir un poco más para que todas las estructuras queden plenamente en servicio.
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Esta precaria situación de las sedes diplomáticas colombianas en el vecino país la confirmó el embajador Armando Benedetti, quien aseguró había tenido que hospedarse en hoteles en Venezuela debido a que ni siquiera llegaba el agua a la embajada.
“Me ha tocado pagar el hotel de mi bolsillo (...) Me voy a empezar a quedar en la casa del embajador después de dos meses porque el agua no subía. No me estoy quejando, pero no tengo las mismas condiciones de otro embajador de Colombia”, le dijo Benedetti a El Espectador.
En esa línea, el embajador colombiano detalló que tiene previsto irse con su familia en diciembre a Venezuela cuando tenga todas las condiciones para poder desempeñar, junto a su equipo de trabajo, sus funciones diplomáticas.